Así fue el difícil camino de Susana Díaz hacia la maternidad

Susana Díaz, ex presidenta de la Junta de Andalucía y actual senadora del PSOE, ha abierto una ventana a su vida más personal en el programa Madres: desde el corazón, de Mediaset Infinity. Lejos de la política y los focos institucionales, Díaz ha compartido las dificultades que enfrentó para convertirse en madre, revelando un camino marcado por la paciencia, la incertidumbre y momentos de profunda vulnerabilidad. La política andaluza confesó que deseaba ser madre más que cualquier otra cosa en su vida y que llegó un momento en que había prácticamente tirado la toalla, especialmente después de lidiar con problemas de fertilidad y miomas que complicaban sus posibilidades de embarazo.

Durante la entrevista, Susana relató cómo mantuvo en secreto los tratamientos de fertilidad y la dificultad emocional de no poder anunciar su embarazo a su familia ni a su entorno más cercano por la presión de su cargo y el tabú social que existía sobre estas cuestiones en su momento. Contó que, tras someterse a un legrado por los problemas que le causaban los miomas, finalmente se quedó embarazada de su primer hijo, José, a los 40 años, un acontecimiento que describió como un verdadero milagro tras años de espera y esfuerzo silencioso. La sorpresa y la emoción del descubrimiento se mezclaron con la responsabilidad de estar al frente de la Junta de Andalucía, un desafío que tuvo que equilibrar con la alegría y la ansiedad de convertirse en madre.

Su segundo embarazo, con su hija Rocío en febrero de 2020, fue aún más complicado. Susana Díaz relató que rompió aguas mientras viajaba en el AVE a Sevilla, justo después de un comité federal del PSOE al que no quería asistir por su estado físico. Al llegar al hospital, la urgencia era tal que fue llevada directamente a quirófano, padeciendo un parto muy difícil y con una recuperación complicada tanto física como emocionalmente. La coincidencia con el inicio de la pandemia hizo que los primeros días con su hija fueran aún más desafiantes, al tener que afrontar la cuarentena y las restricciones que impedían a sus padres conocer a la pequeña de manera inmediata. Este periodo marcó profundamente su experiencia como madre.

Además de su maternidad, Susana Díaz habló sobre cómo ha lidiado con la exposición pública y los rumores que surgieron durante sus embarazos, desmintiendo informaciones falsas sobre supuestos privilegios en hospitales y enfatizando que su única preocupación era la salud y bienestar de sus hijos. Recordó con emoción y orgullo la llegada de José, señalando que el contacto inmediato con el recién nacido tras la cesárea fue un logro personal que valoró profundamente. La senadora destacó que estos momentos de felicidad no minimizan las dificultades, sino que las enriquecen, enseñándole a equilibrar su carrera política con su vida familiar y el cuidado de sus hijos.

La entrevista también incluyó reflexiones más profundas sobre la pérdida de su padre, cuyo fallecimiento supuso un golpe emocional importante para la familia. Susana Díaz confesó que su hija Rocío todavía recuerda a su abuelo con cariño, y que ese vacío ha sido difícil de superar. Sin embargo, a través de estas experiencias, la política ha aprendido a valorar la importancia del tiempo familiar y la fortaleza emocional que requiere ser madre en circunstancias adversas. Con esta sincera conversación, Díaz no solo revela los desafíos personales de la maternidad, sino también la humanidad y sensibilidad detrás de la figura pública, mostrando que detrás de los cargos políticos existen historias de lucha, amor y resiliencia que resuenan en muchas familias.