La vida sentimental de Quique Sánchez Flores antes de conocer a Blanca Romero

Ninguno de los dos ha hecho todavía declaraciones al respecto, pero todo apunta a que sería el de Blanca Romero y Quique Sánchez Flores sería el flechazo navideño definitivo. La modelo asturiana de 49 años y el exfutbolista de 60 se dejaron ver muy cómplices paseando por Madrid, tal y como publicó Lecturas.

Su velada comenzó junto a la plaza de Neptuno, en el restaurante Chez Madrid, un bistró del Grupo Carbón que «rinde homenaje al servicio clásico y a sus cuidadas maneras» y cuya carta se compone «de referencias clásicas traídas a la cultura madrileña». Tras una cena distendida, acudieron a su siguiente destino entre risas cómplices, un tablao flamenco en el que disfrutaron también de la compañía del torero Canales Rivera, a quien Blanca Romero conoce por ser primo de su exmarido.

Sobre cómo se conocieron y si les une algo más que una bonita amistad es un auténtico misterio. Lo que sí está claro es que a la modelo y presentadora la vida le sonríe. Hace tan solo unas horas publicó un críptico mensaje que muchos ya han interpretado como una interpretación de confirmación de su nueva ilusión: «La vida cambia cuando la compartes con alguien que te impulsa hacia tus valores, no hacia tus inseguridades».

Después de su divorcio de Cayetano Rivera, la asturiana volvió a probar suerte en el amor e, incluso, volvió a ser madre. Sin embargo, mantuvo la discreción de sus parejas en todo momento. Por su parte, Quique Sánchez Flores habría estado soltero desde el pasado 2022, cuando anunció su ruptura con la modelo Sol González, conocida por su vínculo al empresario Javier Hidalgo, implicado en la misma trama que salpica a Begoña Gómez.

Hijo de Carmen Flores, hermana de La Faraona, el futbolista ha vivido gran parte de su vida dedicada al terreno de juego. Ha pasado por 13 clubes distintos, primero como jugador (el extinto C.D. Pegaso de Madrid, Valencia C.F., Real Madrid y Real Zaragoza) y luego como entrenador (Getafe, Sevilla, Benfica, Atlético de Madrid, Espanyol, Watford, Shángai de China...).

Lejos de tener una vida personal agitada y nómada por tanto cambio de equipo, el deportista ha tenido dos matrimonios sólidos. El primero, con Nuria Santos, su novia de juventud con la que no tuvo hijos. El segundo, con la modelo Patricia Casanova, hija de un expresidente del Club Náutico de Valencia, con quien tuvo a sus cuatro hijos: Quique, Jorge y Pablo, que comparten la pasión de su padre, y Paty, influencer y a quien casó el pasado mes de julio en la iglesia San Bartolomé de Jávea. Tras la ceremonia religiosa, lo celebraron en Casa Santoja, una propiedad del siglo XIX «catalogado entre los 55 edificios más ilustres de la provincia de Alicante».

Entre los invitados más ilustres se encontraba el clan flamenco de los Flores. Sus primas Lolita y Rosario, así como Elena Furiase, Alba Flores y Lola Orellana viajaron hasta la Comunidad Valenciana para ser testigos del enlace. Lo cierto es que el exfutbolista ha hablado en más de una ocasión de lo orgulloso que se siente de su familia. «Estoy absolutamente orgulloso de cada poro de mis venas que pueda respirar gitano», afirmó en una rueda de prensa tras recibir insultos racistas en el campo.

De hecho, tiene grabado a fuego cómo perdió a su tía Lola Flores y su primo Antonio. «Estuvimos al borde de su cama la mañana en que falleció. Estaba incorporada, con la máscara de oxígeno. Sabía que se iba», dijo de ella, mientras que del cantante de 7 vidas apuntó: Fue tremendo, me cayó como una losa. Me costó muchísimo presentarme al partido siguiente, contra el Deportivo, con esto tan reciente. La cabeza volaba hacia mi primo, no podía pensar en otra cosa. Daría toda mi carrera, cada partido, cada éxito, porque mi primo no hubiera muerto».