Ilia Topuria y Giorgina Uzcategui, en la presentación de su documental Topuria: Matador
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La expareja de Topuria rompe su silencio: «Existe un procedimiento judicial que implica una menor»
Mientras él opta por la discreción y evita a los medios, ella da un paso al frente a través de un comunicado legal que marca el tono del momento que atraviesan
Las últimas semanas han marcado un punto de inflexión en la vida de Ilia Topuria. El campeón de artes marciales mixtas, uno de los nombres más sólidos del deporte español en la actualidad, anunciaba recientemente una pausa temporal en su carrera para atender cuestiones personales y familiares.
Lo hizo a través de un comunicado en redes sociales en el que reconocía atravesar «un momento difícil» y explicaba su decisión de detenerse para centrarse en lo verdaderamente esencial. «Ahora mismo necesito tiempo y calma para estar donde debo estar», escribía, agradeciendo al mismo tiempo el apoyo constante de su entorno y de sus seguidores.
A este paréntesis profesional se suma una etapa de cambios en el plano personal. Conocido en el octágono como La Leyenda, se encuentra en proceso de separación de su esposa, la empresaria venezolana Giorgina Uzcátegui, con quien tiene una hija de apenas un año y medio. El luchador es además padre de otro hijo, fruto de una relación anterior, una parte de su vida que siempre ha preservado con especial cuidado y discreción.
Pocos días después de anunciar su retirada temporal, el deportista volvió a pronunciarse públicamente. En un segundo comunicado, el deportista denunciaba estar siendo víctima de un presunto intento de extorsión, asegurando haber sufrido «presiones y amenazas intolerables» relacionadas con la difusión de acusaciones falsas de malos tratos. En el texto, dejaba claro que toda la documentación necesaria (mensajes, audios y otros registros) ya ha sido trasladada a la justicia para que los hechos se diriman por la vía legal.
En medio de este escenario, el luchador optó por mantener un perfil bajo en uno de sus escasos actos públicos recientes. El jueves 18 de diciembre acudió a la inauguración de El Orijen –con j–, la nueva cadena de kebabs impulsada por su amigo Omar Montes, en el centro comercial Plaza Río 2, en el barrio madrileño de Usera.
Topuria evitó atender a los medios presentes y no realizó declaraciones, pero sí quiso estar y acompañar al artista en un momento clave de su proyecto empresarial. La relación entre ambos es sólida desde hace años y se apoya en una amistad forjada en la lealtad, el respeto y una visión compartida del esfuerzo y la superación.
Ilia Topuria y Giorgina Uzcategui, en una imagen compartida en redes sociales
Ese vínculo quedó reflejado también en redes sociales. Omar Montes dedicó al referente del peso pluma varios mensajes de apoyo público en los que destacaba su calidad humana y su humildad. «Estamos contigo», escribió el cantante, un gesto que fue ampliamente respaldado por sus seguidores y recibió miles de reacciones.
Ese mismo día, mientras Topuria acudía de forma discreta a la inauguración y probaba los kebabs, su ex, Giorgina Uzcátegui, decidió romper su silencio. Lo hizo de manera oficial a través de un comunicado remitido por su equipo jurídico al medio LOC, evitando cualquier exposición personal directa. En el texto, sus abogados aludían a la «proliferación de informaciones, especulaciones y afirmaciones de carácter difamatorio» surgidas en los últimos días en torno a su figura.
Según el comunicado citado, existe actualmente «un procedimiento judicial en curso que afecta de manera directa a una menor de edad», una circunstancia que explica la decisión de la empresaria de no realizar declaraciones públicas. El escrito subraya que se trata de un proceso estrictamente privado y familiar y concluye con una petición expresa a los medios para que se eviten especulaciones o juicios paralelos, apelando a la responsabilidad informativa mientras el caso sigue su curso legal.
Más allá de los comunicados oficiales, algunos gestos en redes sociales no pasaron desapercibidos. A principios de octubre de 2025, Ilia y Giorgina eliminaron de Instagram las fotografías que compartían juntos, un movimiento que avivó las especulaciones sobre su situación personal. Semanas después, la empresaria publicaba un mensaje que muchos interpretaron como una declaración velada de intenciones: «Mantener la voz firme, esa mirada que no baja la cabeza, ese valor que nace de saberse valiosa y la absoluta confianza de que no hay nada oculto, que no ha de salir a la luz», escribió hace apenas tres semanas.