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03 de mayo de 2024

La patrulla "Atlántida", el vuelo a la Guinea Española

La patrulla «Atlántida», el vuelo a la Guinea Española

Los tres grandes raids en la historia de la aviación española: Buenos Aires, Manila y Santa Isabel

Los denominados «Grandes Vuelos», como el Plus Ultra, la patrulla Elcano o la patrulla Atlántida fijaron los cimientos de la creación del Ejército del Aire y Espacio que este año conmemora el centenario de la aviación a motor en España

En las primeras décadas del pasado siglo XX, la Aviación Militar española llevó a cabo proezas que han marcado la historia de la aeronáutica en España. Los denominados «Grandes Vuelos», como el Plus Ultra, la patrulla Elcano o la patrulla Atlántida fijaron los cimientos de la creación del Ejército del Aire y Espacio que este año conmemora el centenario de la aviación a motor en España.
España se ha caracterizado siempre (o casi siempre) por un espíritu aventurero que empuja a realizar heroicas gestas de carácter expedicionario. Si en siglos anteriores conquistamos los mares, durante las primeras décadas del siglo XX habría una obsesión por el aire. Apenas 20 años después de que los hermanos Wright hiciesen el primer vuelo controlado de un avión con motor, y tras una guerra en la que la aviación dio pasos de gigante, la paz trajo los denominados grandes raids internacionales.
El Debate recopila tres grandes gestas que realizaron los aviadores españoles y que forman parte de lo que hoy se conoce como los grandes raids de la aviación española.

Plus Ultra

Este fue el nombre que recibió el hidroavión que realizó el primer vuelo entre España y Argentina. Finalizada la Gran Guerra, una de las características de la aviación española fue la continua lucha internacional por la conquista de récords y la realización de grandes vuelos. Sin duda, una de las hazañas más gloriosas que consiguió la aviación militar española fue la del Plus Ultra. La tripulación estaba formada por el comandante Ramón Franco, hermano de Francisco Franco; Julio Ruiz de Alda, capitán de artillería; el teniente Juan Manuel Durán y el cabo mecánico Pablo Rada.
El 10 de febrero de 1926, tras 10.135 kilómetros recorridos en siete etapas, el Plus Ultra amerizaba en aguas del Río de la Plata, en el puerto de Buenos Aires tras realizar la proeza de unir en un vuelo trasatlántico la ciudad de Palos de la Frontera (Huelva) con la capital argentina. «En Buenos Aires –escribió Franco, considerado ya uno de los más grandes aviadores españoles– el recibimiento que nos tributó el pueblo argentino pasaba de todo límite y era indescriptible. Aquello fue una verdadera locura».

Patrulla Elcano

Mientras que el Plus Ultra regresaba glorioso, el mismo 5 de abril de 1926 partían de la base aérea de Cuatro Vientos tres modelos Breguet XIX biplaza bautizados con los nombres de los grandes descubridores de Filipinas: Magallanes, López de Legazpi y Elcano, que juntos protagonizaron otro viaje inolvidable en la historia de la aviación española. Al mando estarían Eduardo González-Gallarza, Joaquín Loriga y Rafael Martínez Estévez, que en 1924 presentaron al director de la Aeronáutica, el general Soriano, la propuesta de realizar un viaje que marcaría un antes y un después en el prestigio militar español, porque España demostraría a otros países «el grado de perfeccionamiento de su técnica aeronáutica y el entrenamiento de sus navegantes».
Aterrizaje en Manila del avión Legazpi pilotado por Gallarda y Lóriga

Los capitanes Estévez, Lóriga y Gallarza a su llegada a El Cairo en el vuelo Madrid-ManilaBiblioteca Virtual de Defensa

La elección de Filipinas se debe al pasado histórico conjunto: el archipiélago asiático fue la última provincia española en el Pacífico y, además, muchos españoles seguían viviendo allí. La expedición, con un presupuesto de 85.000 pesetas, en un principio iba a estar dividido en un mínimo de 19 etapas, pero finalmente se realizó en 17: Argel, Trípoli, Bengasi, El Cairo, Bagdad, Buchir, Bender-Abbas, Krachi, Agra, Calcuta, Rangún, Bangkok, Saigón, Hanoi, Macao, Aparri y Manila, donde llegarían el 13 de mayo de 1926. La travesía terminaba con 17.050 kilómetros recorridos, alrededor de 111 horas y 50 minutos de vuelo, a una velocidad media de 153 kilómetros hora.
Llegada a Manila el 13 de mayo de 1926

Llegada a Manila el 13 de mayo de 1926Biblioteca Virtual de Defensa

Durante el trayecto hubo varios contratiempos. Entre El Cairo y Bagdad, uno de los aviones tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en el desierto y abandonar el raid. Algo parecido sucedió en la zona asiática, cuando otro de los biplaza se vio obligado a parar y sus tripulantes cayeron en manos de los piratas. El único Breguet XIX que quedaba era Elcano en el que Loriga y Gallarza lograron emprender la última etapa juntos. Tras 38 días del despegue, ambos aviadores españoles llegaban a la capital filipina escoltados por 12 aeroplanos del Ejército estadounidense, coronándose con el título de héroes del aire.

Patrulla Atlántida

El comandante Llorente Solá y los capitanes Martínez Merino y Rubio García estarían al mando de la patrulla Atlántida compuesta por otros nueve aviadores. Esta vez ponían rumbo a Guinea Ecuatorial en tres Dornier Wal. La finalidad del vuelo, además de unir por aire a España con su colonia, también tenía un carácter científico con el propósito de realizar un levantamiento fotográfico y cartográfico del territorio.
Dornier Wal en vuelo de la Patrulla Atlántida sobre el río Benito en Río Muni

Dornier Wal en vuelo de la Patrulla Atlántida sobre el río Benito en Río MuniBiblioteca Virtual de Defensa

De esta manera, la patrulla salió de Melilla el 10 de diciembre de 1926. Para realizar la travesía se estudiaron diversas rutas y modalidades. Se pensó en un vuelo directo a través del Sahara con un avión terrestre; otra de las opciones era que una patrulla de aeroplanos efectuase el viaje costeando el África Occidental. Y, por último, se meditó la posibilidad de que una patrulla de hidroaviones realizase el vuelo siguiendo un itinerario muy similar al anterior. Finalmente, se optó por esta última alternativa: 15 días después del despegue tras haber recorrido un total de 6.829 Km de distancia, y de haber volado un total de 54 horas y habiendo realizado nueve etapas, el 25 de diciembre de 1926 llegaban a la antigua Santa Isabel de Fernando Poo, la actual Malabo.
Recibimiento a la Patrulla Atlántida en el puerto de Konakri (Guinea)

Recibimiento a la Patrulla Atlántida en el puerto de Konakri (Guinea)Biblioteca Virtual de Defensa

A lo largo del viaje hubo todo tipo de incidentes. Desde despegues y amarajes espectaculares a averías o problemas inesperados en los motores Rolls Royce que dieron lugar a momentos estelares gracias a la habilidad de los pilotos y mecánicos. A su llegada a Santa Isabel fueron recibidos con grandes vítores y banderas por parte de los habitantes. Con este viaje se alcanzaba otro hito en la aviación española, además de suponer un triunfo a nivel comercial, político y cultural que conllevó el reconocimiento mundial por parte de la aviación internacional. El sueño de la conquista del aire en España acababa de comenzar.
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