Sebastian Kurz, canciller austriaco, dimite por supuesta corrupción y soborno
Austria
Sebastian Kurz, ascenso y caída del hombre que presidió su país con 31 años
El canciller austriaco dimite tras abrirse una investigación por malversación y soborno
Sebastian Kurz inauguró su presidencia en el parlamento austriaco con 31 años –siendo uno de los líderes de Europa más jóvenes. Es un político preocupado por las apariencias: de impecable elegancia y gran sabiduría mediática, supo llevar a cabo la reingeniería total del Partido Conservador que los condujo a la victoria en 2017.
Kurz nació en Viena en 1986, de padres católicos. Completó el servicio militar obligatorio, y empezó a estudiar derecho para después abandonar la carrera, intuyendo correctamente que su futuro estaba en la política. Entró en ella por la rama juvenil del «partido de los jóvenes», (JVP), en 2003 y cinco años más tarde ya era su presidente. Su meteórica carrera lo hizo posicionarse como ministro del exterior en 2013, con tan sólo 27 años.
En 2017, el Österreichische Volksparte, o «partido de la gente de Austria» (ÖVP) -de ideología conservadora- presentó a Kurz como su candidato presidencial y ganó las elecciones con el 31% de los votos. Luego repitió de nuevo su triunfo en 2019 con el 37.5%.
Su primera coalición, con el FPÖ o «Partido de libertad de Austria», implosionó dos años después por la corrupción de su líder Heinz–Christian Strache. Hábil en cuestiones de imagen pública, Kurz se alejó de la extrema derecha (ahora asociada con Strache) y volvió al poder junto al Partido Verde Austríaco.
La revista alemana Frankfurter Allgemeine Zeitung describió a Kurz como «altamente elocuente», «conciso» y «de todo menos tímido». Se caracteriza por una confianza en sí mismo innata, capaz de ser muy amigable y con una mentalidad «pragmática». Otra revista, Cicero, comentó que Kurz era una «figura carismática» que se diferenciaba de el resto de «ingenuas» élites germánicas. Dícese del líder conservador que encarna «la confianza, el dinamismo, la elegancia y la determinación», según el Neue Zürcher Zeitung.
Respecto a su ideología, Sebastian Kurz es de política estrictamente conservadora. Se opone al matrimonio homosexual, argumentando que la posibilidad ya existente de adoptar niños elimina de por sí la discriminación contra los homosexuales. «Ya existe la oportunidad de ser padres», explicó al rechazar varios intentos de legalizarlo por parte del SDP austríaco, del NEO y de los Verdes (aunque en 2019 terminó por legalizarse). En cuanto a su política económica, Kurz se opone a cualquier tipo de impuesto en la propiedad privada, herencias, o fortuna personal.
Hoy, Sebastian Kurz se encuentra bajo investigación por una supuesto chantaje usando fondos del gobierno para asegurar que una revisa publicase artículos y sondeos favorecedores para su partido.
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