El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump
Trump desgarró personalmente los documentos sobre el asalto al Capitolio
Los Archivos Nacionales se los entregaron al comité de investigación pegados con celo
Tras la engorrosa batalla legal contra Donald Trump, el comité de investigación del ataque al Capitolio pudo por fin acceder a los documentos confidenciales de la Casa Blanca. Por alguna razón, el antiguo presidente se estaba esforzando mucho en esconderlos. Pero cuál no fue la sorpresa del equipo al comprobar que muchas de las 700 páginas incluidas en el dossier estaban destrozadas, y torpemente pegadas con celo para seguir siendo legibles.
Hasta hace dos semanas, Trump logró mantener en secreto los documentos de la Casa Blanca relacionados con el asalto. Llegó incluso a demandar al comité investigativo, y alegó privilegio ejecutivo con motivo de su antiguo cargo presidencial. La demanda llegó hasta la Corte Suprema, que la rechazó, y permitió el acceso al dossier confidencial.
Cuando los Archivos Nacionales entregaron el dossier al comité de investigación, señalaron que muchos de los folios estaban despedazados, y pegados de nuevo con celo. «Algunos de los archivos presidenciales de Trump, incluyendo documentos de papel, habían sido desgarrados por el antiguo presidente», compartió un portavoz de los Archivos con la cadena CNN. Se incluyeron diarios, programas, notas escritas a mano, discursos, y mensajes. «Se entregaron a los Archivos Nacionales al final de la administración de Trump, junto a una serie de documentos que la Casa Blanca no pudo reconstruir», terminó el portavoz.
Me pasaba el día escarbando entre pilas de papel, recomponiéndolas como si fuera un puzle
Parece ser que, durante la presidencia de Trump, las manualidades eran frecuentes. Fuentes de la Casa Blanca compartieron que el expresidente solía desgarrar personalmente varios de los documentos que aterrizaban sobre su escritorio. Para los empleados de la residencia, el rescate de estas páginas se convirtió en rutina. Se turnaban para recuperar, y recomponer los documentos a base de celo y pegamento.
Los Archivos Nacionales especificaron que hubo varios folios «imposibles de reconstruir», y que, en varias ocasiones, pudieron reacoplar fragmentos de papel «tan pequeños como confeti».
El historial de Trump en cuanto al destrozo de documentos no es precisamente secreto. En 2018, Solomon Lartey, analista en la administración de la Casa Blanca, contó a Político que se pasaba el día «armado con rollos de celo transparente, escarbando entre pilas de papel, recomponiéndolas como si fuera un puzle».
El 6 de enero de 2020, un grupo de insurgentes armados invadió el Capitolio, en Washington, con la intención de frenar la confirmación de la victorial electoral del presidente Joe Biden. 725 personas, incluyendo a extremistas de grupos de derecha, han sido detenidas y juzgadas por su participación en el ataque. La mayoría de los atacantes apoyaban al expresidente Trump, que desde las elecciones tilda la victoria de Biden de «fraudulenta». Frente a una posible vinculación con los acontecimientos, el magnate lleva meses en el punto de mira de la investigación.
El comité ha recomendado cargos criminales contra dos socios de Trump; el antiguo estratega de la Casa Blanca, Steve Bannon, y el jefe de empleados Mark Meadows. Además, en una sorprendente declaración, Trump opinó que su vicepresidente Mike Pence también debería ser investigado. Según el exlíder, su vicepresidente tendría que haber «rechazado o ratificado» el resultado de las elecciones.
No hay motivos para creer que Trump desgarró los documentos relacionados con el asalto al Capitolio aposta. Los testimonios indican que lo de destrozar documentos es un hábito del antiguo presidente de toda la vida, desde antes del ataque. Sin embargo, el comité seguirá investigando sus posibles vínculos con la insurrección, sobre todo en vista de las últimas declaraciones: Trump ha anunciado que, si recupera la presidencia en 2024, indultará a los asaltantes del Capitolio.
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