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18 de mayo de 2024

El recién elegido presidente actual de Bulgaria, Rumen Radev (C)

El presidente actual de Bulgaria, Rumen Radev, elegido en noviembre pasado (C)Vassil Donev / EFE

Legislativas en Bulgaria

La inflación, fiel de la balanza en las cuartas elecciones en año y medio en Bulgaria

Las crisis políticas bloquean reformas, frenan el crecimiento y aceleran el éxodo de jóvenes en un país que ya ha perdido una décima parte de su población en una década

Los búlgaros votan este domingo, por cuarta vez en un año y medio, para elegir un nuevo parlamento al término de una campaña electoral marcada por la alta inflación, la corrupción y la guerra en Ucrania.
La corrupción dominó los últimos debates legislativos, pero la inseguridad económica estuvo omnipresente en la campaña, con una inflación cercana al 20% en este país balcánico, el más pobre de la Unión Europea.
«Son los precios lo que preocupa a los votantes, mucho más que las cuestiones geoestratégicas que agitan a los partidos», observa Antony Todorov, profesor de la Nueva Universidad Búlgara.

Cuando el frío llegue

Los sondeos apuntan a un «miedo al invierno», por el riesgo de caer en la miseria, por el encarecimiento de la calefacción y de los alimentos.
En este clima de zozobra, el candidato y exprimer ministro Boiko Borissov, de 63 años, sale bien parado: los sondeos sitúan a su partido conservador, Gerb, en primer lugar con el 25% de intención de voto.
Con la experiencia de una década en el poder, el viernes prometió en su último mitin de campaña, en Plovdiv (sur), superar el «caos» y «trabajar por la estabilidad del país».
Pese a estar nueve puntos atrás en las encuestas, su rival, el centrista Kiril Petkov quiere creer que su formación sigue con posibilidades y propone «continuar el cambio», nombre de su partido gobernante.

El mal endémico de la corrupción

Este exempresario de 42 años, con estudios en Harvard, dejó la escena política búlgara el año pasado. Su gobierno resistió solo siete meses antes de ser derrocado por una moción de censura.
En una entrevista con Afp, se elogió a sí mismo por haber enfrentado las «prácticas corruptas», su caballo de batalla, para redistribuir la riqueza entre jóvenes y jubilados, aunque dijo que «queda mucho trabajo».

El reto consiste en elegir entre una Bulgaria europea, progresista y transparente, y un regreso a los años de corrupción políticaKiril Petkov, candidato, expresidente y exempresario de 42 años

«El reto consiste en elegir entre una Bulgaria europea, progresista y transparente, y un regreso a los años de corrupción política», resumió en su último mensaje a los votantes.

Petkov descartó firmemente una alianza con Borissov, su enemigo jurado, lo que plantea un escenario de más inestabilidad política, algosin precedentes desde el fin del comunismo en 1989.

Kiril Petkov descartó firmemente una alianza con Borissov, su enemigo jurado, lo que plantea un escenario de más inestabilidad política, algo sin precedente desde el fin del comunismo en 1989.

Aliados prorrusos

El candidato de Gerb tampoco parece interesado en una alianza con su rival.

La situación es crítica, Bulgaria necesita un gobierno pero no a cualquier precioAntony Todorov, profesor de la Nueva Universidad Búlgara.

«No creo que vuelvan al poder, están demasiado aislados», pronostica Todorov. «La situación es crítica, Bulgaria necesita un gobierno pero no a cualquier precio», afirmó.
Para el politólogo Georgi Kiriakov, Borissov podría aliarse con el partido de la minoría turca MDL y la formación Vazrajdane (Renacimiento), ultranacionalista y cercana al Kremlin, cuyo «comportamiento será decisivo».

Vazrajdane se ha fortalecido, desde el lanzamiento de la ofensiva rusa, en un país con fuertes lazos históricos, económicos y culturales con Moscú

Con 11% a 14% de intención de voto, Vazrajdane se ha fortalecido desde el lanzamiento de la ofensiva rusa, en un país con fuertes lazos históricos, económicos y culturales con Moscú.
Mientras tanto, la serie de crisis políticas en Bulgaria bloquea las reformas, frena el crecimiento y acelera el éxodo de jóvenes de un país que ya ha perdido una décima parte de su población en una década.
Por no hablar del costo de una elección tras otra: «Hemos gastado mil millones en las elecciones, tanto como cuatro estadios de fútbol», expresó Borissov el viernes.
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