Fundado en 1910

26 de abril de 2024

Servir a Rusia es un verdadero trabajo

Jóvenes rusos pasan delante de un cartel de propaganda que llama a unirse al Ejército rusoAFP

El Kremlin se resigna a una guerra larga y de resultado incierto

Rusia trata de adaptarse al contexto de guerra en el que el presidente Vladimir Putin metió al país sin garantías de éxito

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, lo repitieron hasta la saciedad: la guerra en Ucrania será larga y atravesará momentos de gran peligro antes de una solución que cada vez se ve más difícil que sea negociada.
Sin embargo, en el Kremlin, siempre se ha apostado por una guerra rápida, incluso cuando el Ejército ruso empezó a encadenar derrota tras derrota.
La retirada de Kiev y, sobre todo, de Jarkov, son ya agua pasada en Moscú. La vista cortoplacista de los estrategas rusos está fija en la anexión de los territorios ocupados en Ucrania y en la movilización parcial decretada por Putin.
Ambos movimientos despertaron el entusiasmo de los sectores más ultranacionalistas de la propaganda rusa, donde ya se veía un colapso inminente del Ejército ucraniano.
De puertas para fuera, el mensaje es el mismo: Rusia no puede ser derrotada y Ucrania será aplastada, aniquilada y desaparecerá de la tierra.
De puertas para adentro, los fracasos de Rusia en Kiev, en Jarkov, en Jersón y ahora en Limán no hace presagiar nada bueno.
Y si en algún momento hubo un rescoldo para el optimismo con la movilización parcial, los más de 200.000 rusos que han huido del reclutamiento y el caos de los que han sido movilizados y enviados al frente sin armas, sin ropa y sin mando, han supuesto una ración doble de realismo.
Los responsables de los engranajes del Kremlin ya cuentan con una guerra larga y de final incierto.
La derrota ya no es una hipótesis imposible, y aunque Rusia lograra salir del atolladero ucraniano con un resultado que se pudiera interpretar como victoria, su ejército quedará tan mermado que será incapaz de presentarse como un rival ante la OTAN.
Según señala The Moscow Times, los ministerios rusos ya están en proceso de adaptar la economía al contexto de la guerra y de las sanciones.
La decisión de Putin de modificar la legislación para militarizar a la sociedad es también un síntoma de que se espera una guerra total que embarre Rusia.
La «operación militar especial» ha muerto y el pueblo ruso despierta a una guerra en la que se encuentran inmersos desde el pasado 24 de febrero.
The Moscow Times apunta a otra clave: el Kremlin prepara un proyecto de presupuesto para 2023-2025 con un gasto militar para este año de 5 billones de rublos, y no los 3,5 billones previstos en un principio.
Asimismo, se preparan también nuevas partidas presupuestarias para fortalecer a la policía, lo que indica que el gobierno ruso espera un aumento de la presión en las calles con manifestaciones contra la guerra y contra el régimen nacionalista ruso.
«Putin siempre elige la escalada», señala una fuente del Kremlin a The Moscow Times, y el Kremlin se prepara para ello avanzando en la transición hacia una economía de tiempos de guerra. Las infraestructuras, la educación y la sanidad están ya en un segundo plano.
Comentarios
tracking