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29 de marzo de 2024

Inmigrantes venezolanos llegan al primer control fronterizo en Panamá tras lograr cruzar la selva del Tapón del Darién

Inmigrantes venezolanos se adentran en Panamá mientras atraviesan la selva del Tapón del DariénLuis Acosta / AFP

«El cuello de botella» de miles de venezolanos en Colombia en su ruta hacia EE.UU.

Según autoridades panameñas, de 2.800 venezolanos que transitaron la selva el año pasado, los casos se dispararon a más de 114.000 en lo que va del 2022

El puerto colombiano de Necoclí es un «cuello de botella». Unos 9.000 migrantes, la mayoría venezolanos, esperan apiñados su turno para cruzar la peligrosa selva del Darién y seguir la ruta hacia Estados Unidos.
«Allá en Venezuela la situación está demasiado difícil. Vengo con mi esposo, vengo con mis cinco hijos menores de edad, una de mis hijas está embarazada», dice angustiada a la Afp Tibisay Luna.
Montañas de valijas, fogones improvisados, rostros exhaustos. La población es un campamento a cielo abierto en el noroeste de Colombia.
Todos esperan atravesar el Tapón del Darién, un corredor selvático de 266 km entre Colombia y Panamá. Es el infierno, rumoran, por su geografía inexpugnable y la amenaza de grupos armados.
Mapa de la selva del Tapón del Darién en Colombia y Panamá

Mapa de la selva del Tapón del Darién en Colombia y PanamáWikipedia Commons

«Necoclí es un cuello de botella donde ya los migrantes no pueden seguir porque tienen que coger un tiquete (de barco) y muchos no tienen recursos», explica Wilfrido Menco, defensor de derechos humanos en la zona.
Unos 150.000 migrantes han cruzado hacia Centroamérica en lo que va del año, una cifra que ya sobrepasó los 134.000 de todo 2021, según la Defensoría del Pueblo de Colombia.

Se calcula que 9.000 personas están represados en Necoclí, la mayoría de estas son venezolanos

«Mucho tiempo de trabajo acá en Colombia para uno poder juntar (dinero) para irse a buscar no un sueño, es un sacrificio que uno hace para poder ayudar a la familia en Venezuela», sostiene Luis Santos, varado en este caluroso pueblo de unos 45.000 habitantes.

A las puertas del «infierno»

La travesía clandestina por el Darién suele durar cinco o seis días a merced de todo tipo de inclemencias: serpientes, pantanos y narcotraficantes que usan estas rutas para llevar cocaína a Centroamérica.
«Hay muchas cosas que han dicho del Darién. Pero si la mayoría pasa, yo tengo que vivir la experiencia. Algunos salen vivos, no sé los demás», comenta Kimberly Rivero.

Hasta el año pasado eran ciudadanos haitianos quienes integraban la mayor parte de los inmigrantes en esta zona

Según autoridades panameñas, de 2.800 venezolanos que transitaron la selva el año pasado, los casos se dispararon a más de 114.000 en lo que va del 2022.
«Estamos esperando que nos llamen para agarrar el mar y cruzar la selva (...) estamos rindiendo la comida, estirándola como un chicle», dice el músico Ramón Delgado, que lleva consigo un güiro, un instrumento que suena cuando se raspa.
Inmigrantes venezolanos cruzando el río Chucunaque en la Selva de Darién en Panamá y Colombia

Inmigrantes venezolanos cruzando el río Chucunaque en la Selva de Darién en Panamá y ColombiaLuis Acosta / AFP

El representante de la ONU para refugiados y migrantes venezolanos, Eduardo Stein, pidió esta semana «apoyo urgente» de la comunidad internacional para enfrentar este éxodo.
De los más de 6 millones de venezolanos que han huido desde 2015, 2,4 millones están en Colombia, según cifras oficiales.
«Se trata del movimiento forzado de personas más grande de la historia del subcontinente, de un país que no está en guerra y de un país de los mejor dotados económicamente de todo el subcontinente», precisó Stein desde Panamá.
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