Presidente Volodímir Zelenski durante su visita a Jersón
300 días de guerra en Ucrania
Zelenski intentará convencer al Congreso de EE.UU. de que mantenga el apoyo a Ucrania
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, viaja este miércoles a Estados Unidos donde se reunirá en la Casa Blanca con el presidente Joe Biden antes de intervenir ante las dos cámaras del Congreso.
La visita, anunciada de madrugada por la Casa Blanca y preparada en el más «estricto secreto» durante semanas, constituye el primer viaje al extranjero del presidente Zelenski desde que inició la invasión rusa el 24 de febrero.
Se espera que durante la reunión con Biden en la Casa Blanca, el presidente estadounidense anuncie una nueva ayuda militar a Ucrania por 2.000 millones de dólares, incluido el envío del sistema de defensa antiaérea Patriot.
Tras la rueda de prensa conjunta que ofrecerán Biden y Zelenski en la Casa Blanca, el presidente ucraniano se dirigirá al capitolio para ofrecer un discurso ante ambas cámaras del Congreso.
Esa intervención será el plato fuerte de la jornada. Tanto entre republicanos como entre demócratas, el cheque en blanco concedido por la administración Biden a Ucrania para obtener armas y financiación casi sin límites para hacer frente a la invasión rusa empieza a ser incómodo.
Entre muchos republicanos, la oposición a la ayuda sin límites ni preguntas el Ejército ucraniano es ya abierta y se reclama poner fin al envío de armamento a Ucrania y forzar un acuerdo de paz, aunque este sea desfavorable a las justas demandas de Kiev.
Las consecuencias de las sanciones internacionales impuestas a Rusia empiezan a causar agotamiento entre ciudadanos y legisladores de los países de la OTAN.
El resultado es que el apoyo a Ucrania empieza a debilitarse mientras toma fuerza la preocupación por la inflación o el alza de los precios de los alimentos y la energía como consecuencia de la guerra.
Les explicará que Putin busca, precisamente, alargar todo lo posible la guerra para generar cansancio entre los apoyos a Kiev.
Las palabras del presidente ucraniano se dirigirán, principalmente, a los representantes republicanos, que en cuestión de días se harán con el control de la Cámara de Representantes.
Con la Cámara bajo su control, los republicanos podrían obstaculizar la aprobación de nuevos paquetes de ayuda a Ucrania y priorizar otros objetivos de la política interior y exterior estadounidense.
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