Tres años después de oficializarse el Brexit, el Reino Unido es un país polarizado, con problemas de crecimiento económico, falta de mano de obra y una clase trabajadora cada vez más desmoralizada, si bien los políticos británicos descartan volver a la Unión Europea (UE), al menos a corto plazo.
El Reino Unido salió del bloque europeo el 31 de enero de 2020, una vez que el ex primer ministro Boris Johnson ganó los comicios generales en diciembre de 2019. Después, el país entró en un periodo de transición que terminó el 1 de enero de 2021.
Aunque este aniversario pasa inadvertido para los británicos, el país está en crisis por una inflación que llega a niveles no vistos en 40 años -el 10,5 %-, faltan trabajadores en muchos sectores, como sanidad y atención social, y el Gobierno «tory» encadena escándalos mientras el coste de vida estrangula las finanzas de muchas familias.