Rusia realizó una prueba de su misil balístico Satán 2 con capacidad nuclear
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EE.UU. y Rusia dejan de intercambiar información sobre sus armas nucleares
Vladimir Putin anunció el mes pasado que Rusia suspendía su participación en el tratado New Start de 2010, un acuerdo con EE.UU. de control y limitación mutuo de armas nucleares. En ese momento, el autócrata ruso acusó a Washington de tratar de provocar una «derrota estratégica» a Rusia en Ucrania.
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El martes Estados Unidos le notificó a Rusia que dejaría de intercambiar algunos datos sobre sus fuerzas nucleares después de la negativa de Moscú a hacerlo.
Vedant Patel, vocero adjunto principal del Departamento de Estado, dijo que EE.UU. se negó a compartir el informe semestral sobre el New Start con Rusia en represalia por la suspensión de su participación en el tratado. Según el portavoz, se espera que esta medida empuje a Rusia a volver a la implementación plena del tratado.
«Según el derecho internacional, Estados Unidos tiene derecho a responder a las violaciones del tratado New Start por parte de Rusia mediante la adopción de contramedidas proporcionadas y reversibles para inducir a Rusia a volver a cumplir con sus obligaciones» agregó el portavoz.
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Este miércoles, su viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, anunció que Rusia ha dejado de informar a Estados Unidos sobre sus actividades nucleares, incluidos los lanzamientos de pruebas de misiles.
«No habrá notificaciones en absoluto. Todas las notificaciones, todo tipo de notificaciones, todas las actividades bajo el tratado serán suspendidas y no se llevarán a cabo independientemente de la posición que los Estados Unidos puedan tomar» señaló Ryabkov.
'Tensión nuclear'
Los comentarios de Ryabkov dan un portazo a la posibilidad de continuar notificando a Estados Unidos sobre los lanzamientos de prueba planificados de sus misiles balísticos.
El cierre del intercambio de comunicación entre ambas potencias nucleares tiene lugar en momentos en que Rusia realiza simulacros con misiles estratégicos, desplegando lanzadores móviles en Siberia en un recordatorio de la capacidad nuclear del país.
El tratado New Start es el último tratado de armas nucleares que queda entre Estados Unidos y Rusia limitando el número de ojivas nucleares estratégicas que cada lado puede desplegar. Estados Unidos y Rusia tienen casi el 90 % de las ojivas nucleares del mundo entre ambos.
Es importante recordar que Moscú no se retiró del tratado y Putin dejó abierta la puerta para reanudar las discusiones sobre futuras actividades bajo el tratado, sin embargo, condicionó tal reanudación a que Rusia «descubra por sí misma» cómo se tomarían en cuenta los arsenales de los otros países con armas nucleares de la OTAN, el Reino Unido y Francia, junto con las capacidades estadounidenses.
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