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26 de abril de 2024

Ethnic Serbs sit on the street in front of the cordon of soldiers of NATO-led international peacekeeping Kosovo Force (KFOR) in front of the building of the municipality in Zvecan, Kosovo, 29 May 2023. Protests and clashes in Zvecan continue as tensions in northern Kosovo'Äôs region, with majority of ethnic Serbian people, arose after ethnic Albanians mayors took offices in four towns following elections boycotted by Serbian community. Serbian President Vucic on 26 May has put Serbian Army on high alert. (Elecciones, Protestas) EFE/EPA/GEORGI LICOVSKI

Ciudadanos serbios intentan romper el cordón de seguirdad de fuerzas de la OTAN y de la ONU (KFOR) EFE/EPA/GEORGI LICOVSKIAFP

Tensión en los Balcanes

La OTAN reacciona a la tensión en Kosovo y envía refuerzos a la zona

Los enfrentamientos en el norte del país durante una manifestación en la que 30 soldados de esta fuerza internacional fueron heridos, encienden las luces de alarma

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció este martes que va a desplegar efectivos adicionales en Kosovo tras los enfrentamientos en el norte del país durante una manifestación en la que 30 soldados de esta fuerza internacional fueron heridos.
«El despliegue de fuerzas adicionales de la OTAN en Kosovo es una medida prudente para garantizar que la KFOR (los cascos azules de la OTAN y ONU para mantener la paz) tenga las capacidades que necesita para cumplir con nuestro mandato del Consejo de Seguridad de la ONU», informó el almirante Stuart B. Munsch, comandante del Mando Aliado de Fuerzas Conjuntas basao en Nápoles, en un comunicado en el que agregó que «la violencia debe cesar».

La semilla del mal

El almirante Juan Rodríguez Garat (R) recordaba en El Debate recientemente, que «Kosovo es, en opinión de muchos –rusos y extranjeros– la semilla del mal. Remontémonos a 1999. La guerra entre los rebeldes albaneses del ELK y el Ejército serbio causa centenares de bajas civiles. Kosovo no es una república agredida, como lo había sido Bosnia, sino una provincia de Serbia».
En este artículo Garat advertía: «Solo el Consejo de Seguridad de la ONU puede autorizar una intervención internacional que cuenta con una amplia mayoría»
Con buena memoria Garat advertía: «Después de diez semanas de ataques aéreos, Milosevic se vio obligado a aceptar el despliegue en Kosovo de una fuerza de la ONU, que integraba unidades de la OTAN y, para sorpresa de todos, también de Rusia, enviadas por Yeltsin para velar por los derechos soberanos de Serbia. Se superaron momentos muy tensos sobre el terreno, pero el desafortunado punto final de la Guerra de Kosovo aún tardaría nueve años en llegar».
Hoy, a la vista de losa acontecimientos, la historia continúa.
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