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07 de mayo de 2024

El presidente francés, Emmanuel Macron, se dirige a una unidad de crisis interministerial, tras los disturbios

El presidente francés, Emmanuel MacronAFP

Macron busca su supervivencia tras la semana más tensa que se recuerda en Francia

El presidente francés, Emmanuel Macron, recalcó esta noche el apoyo del Gobierno a policías y bomberos, durante una visita a un cuartel parisino en medio de la ola de disturbios que vive el país.
En su primera salida del Elíseo relacionada con el estallido de la ola de violencia por la muerte de un joven de 17 años de origen argelino por los disparos de un agente en un control policial, Macron estuvo acompañado del ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Ambos se desplazaron por sorpresa a un cuartel del distrito XVII de la capital que alberga a varias compañías antidisturbios y otras unidades policiales.
El presidente escuchó relatos de algunos agentes de distintos cuerpos, les agradeció el esfuerzo de la última semana y les resaltó su apoyo, indicaron fuentes del Elíseo citadas por medios locales.

Medio millar de detenidos en dos días

Mientras tanto, 45.000 policías estaban desplegados por todo el país en la noche de este lunes, 7.000 de ellos en París, en un intento del Ejecutivo por continuar el proceso de reducción progresiva de los disturbios –157 detenidos en la noche del domingo frente a más de 400 en la del sábado–.
A las 22:00 hora local (20:00 GMT), ya se había detenido a 11 personas en París y las localidades que rodean a la capital, informó el canal informativo BFMTV.

Pérdidas millonarias

Los daños por los disturbios de la última semana en Francia ascienden a más de mil millones de euros, afirmó este lunes Geoffroy Roux de Bézieux, el presidente de la principal patronal francesa, Medef.
«Es demasiado pronto para dar una cifra precisa, pero es de más de mil millones de euros», afirma Roux de Bézieux, que dejará el cargo esta semana tras cinco años al frente de la entidad.
En una entrevista que publica esta noche el diario Le Parisien, detalla que más de 200 comercios han sido totalmente saqueados y 300 agencias bancarias destruidas, además de 250 estancos.
«Todo ha sido robado, hasta las cajas registradoras, antes de prenderle fuego para destruirlo», explica el dirigente empresarial sobre la ola de violencia generada tras la muerte de un joven de 17 años y origen argelino en Nanterre (cerca de París) por los disparos de un agente en un control policial.
Además, Roux de Bézieux advierte de que el cálculo de daños no contabiliza la caída de ingresos del sector turístico, con vídeos de incidentes «que han circulado por todo el mundo» y que «degradan la imagen de Francia».
«Siempre es difícil saber si el impacto será duradero», reconoce, sin ocultar que ya ha habido anulaciones de reservas.
Para los comerciantes y autónomos afectados, pide que las aseguradoras cumplan su palabra de indemnizarles lo antes posible, pero también a las autoridades de todos los niveles para que se aceleren los permisos de obras de reconstrucción o incluso algunas ayudas económicas puntuales para quienes no puedan trabajar durante un tiempo.
Sobre el origen de los disturbios, no percibe un problema económico general en los suburbios de las grandes ciudades, porque «la economía está en una buena dinámica» y el paro está descendiendo, igual que en el resto del país.
Reconoce que los suburbios tienen problemas, sobre todo de transporte para quien no tiene un automóvil, pero recalca que «hay una mayoría silenciosa que trabaja y contribuye a la riqueza económica del país».
«Creo que afrontamos sobre todo un problema de autoridad del Estado», afirma.

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