La empresa ucraniana que gestiona la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas, Energoatom, advirtió que la planta se está quedando sin energía y que podría sufrir un apagón.
Según un comunicado, «el 10 de agosto la central nuclear de Zaporiyia, temporalmente ocupada, perdió la conexión con su principal línea de transmisión de energía externa».
Tras la pérdida de conexión con su principal línea de transmisión, con un voltaje de 750 kv, la central depende ahora de una única línea eléctrica de respaldo, de 330 kv, lo que implica una pérdida de energía.
La desconexión de esta única línea de respaldo disponible supondría un apagón fatal de la central nuclear.
Energoatom advirtió que existe una «amenaza para la seguridad nuclear y radiológica» en este escenario, pues una desconexión de su unidad de energía implicaría un estado de «apagado en caliente».
El director ejecutivo interino de operación y reparaciones de Energoatom, Taras Tkach, advirtió que «en caso de una pérdida total de energía externa, las bombas de refrigerante del reactor de la planta de energía se apagarán y la unidad de energía cambiará al modo circulación natural».
En ese caso, explicó, «será necesario enfriarlo urgentemente dada la falta de bombas de enfriamiento».
En su comunicado, Energoatom responsabilizó a las fuerzas de ocupación rusas de la delicada situación en que se encuentra la central: «Nos está acercando constantemente al desastre».
En ese sentido, Energoatom denunció con contundencia que Rusia está ejerciendo «el terrorismo nuclear» en Zaporiyia.
Ataque ruso
El riesgo de desconexión de la central nuclear coincide con un ataque ruso contra la ciudad de Zaporiyia que ha dejado un saldo de tres muertos y varios heridos, entre ellos un bebé de 11 meses.
El proyectil ruso golpeó un barrio del extrarradio de la ciudad, y desató un incendio que destruyó un centro comercial, mientras que la onda expansiva dañó varios bloques de viviendas.