Chile está bajo el agua mientras Boric reflota a Allende
Al acercarse la conmemoración de la caída de Allende, no se ha permitido a las Fuerzas Armadas demostrar su profesionalismo y sus capacidades en la atención de esta emergencia
Un equipo de rescate recorre en kayak una calle inundada en Santa Cruz, Chile
Intensos temporales, con lluvias que han inundado vastos sectores del centro sur chileno, han desviado la atención de la crisis política en Chile.
Durante la última semana arremetió un segundo frente de mal tiempo –el primero fue en junio– el cual hizo colapsar la capacidad de los ríos que corren de la cordillera al mar. Miles de agricultores han perdido sus cultivos y otros centenares han visto sus casas anegadas.
Ciudades como Santa Cruz y Licantén han quedado bajo el agua. Se estiman pérdidas para el sector agrícola por unos 1.000 millones de euros, a lo que se deben agregar los recursos que tendrán que destinarse a la reconstrucción de puentes y rutas afectadas.
En los últimos años, el Estado no ha construido nuevas presas, las que permitirían en invierno acumular agua para posterior riego agrícola en la temporada de verano. Sin embargo, ecologistas y medioambientalistas furiosos han influido en las autoridades, argumentando que los embalses no son recomendables.
El ministerio del medio ambiente, es otro gran obstáculo para el desarrollo en Chile, no solo para la agricultura, sino también para la actividad minera y de energía. Chile demora en las aprobaciones de proyectos, más del doble de lo que se tarda en países desarrollados, toda vez que se han ideologizado los procesos de aprobación o rechazo.
Los temporales en Chile, también han dejado al descubierto, la poca preparación de diversas autoridades del gobierno de Boric, para prevenir daños en infraestructura y reaccionar con velocidad ante la emergencia.
Chile está expuesto a terremotos, incendios y temporales en invierno, pero se destinan muy pocos recursos a los organismos responsables de prevenir y superar las emergencias de la naturaleza.
En los últimos días, y al acercarse la conmemoración del gobierno, a 50 años de la caída del marxista Salvador Allende, no se ha dado la visibilidad y la oportunidad de que las Fuerzas Armadas demuestren en terreno su profesionalismo y su capacidad para apoyar situaciones de emergencia. Por el contrario, las cámaras de televisión han sido capturadas por políticos afines al gobierno, en su mayoría mujeres sin ninguna experiencia en resolución de daños provocados por el clima.
Aunque Chile enfrenta una crisis económica, el gobierno ha prometido rápidamente ayudas a los necesitados, en momentos en que el apoyo al gobierno de extrema izquierda alcanza aproximadamente un 26 %. Los reales efectos en las exportaciones agrícolas se verán más adelante, una vez que se evalúe con más detalle, los daños en las plantaciones de frutales.
En dos semanas más, el gobierno en pleno, junto al condenado Baltasar Garzón de visita, además de Rodríguez-Zapatero y el inefable López Obrador, se habrán olvidado de los dramas del pueblo y se concentrarán en venerar a Salvador Allende, el peor presidente de la Historia de Chile.
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