Reino Unido
Cientos de agentes de la Policía de Londres dejan las armas para protestar contra la falta de protección legal
La Policía Metropolitana de la capital de Reino Unido ha pedido más protección legal para los agentes que emplean la fuerza en el cumplimiento del deber, después de que más de 300 agentes se negaran a llevar armas de fuego en protesta por los cargos de asesinato presentados contra uno de sus compañeros.
Ante esta renuncia, la Policía ha confirmado que oficiales armados de otros departamentos reforzarán su plantilla. Según han informado, esta decisión tiene el objetivo de garantizar la seguridad de la ciudadanía y poder hacer frente a «cualquier eventualidad» después de la renuncia de «varios agentes».
Fuentes consultadas por la BBC apuntan a que al menos un centenar de agentes han renunciado a sus funciones armadas. El Ministerio de Defensa británico ha recibido una solicitud por parte de la Policía Metropolitana denominada Ayuda Militar a las Autoridades Civiles para «proporcionar apoyo de contingencia antiterrorista» que no será utilizando en funciones rutinarias de la Policía.
Toda esta polémica surgió la semana pasada, cuando la Justicia británica acusó del delito de asesinato al agente de Policía 'NX121' –nombre en clave otorgado para garantizar su anonimato– por la muerte de Kaba, un joven negro obrero de la construcción que recibió un disparo cuando se desplazaba desarmado en su vehículo. Su muerte desembocó en fuertes protestas y manifestaciones en Reino Unido.
Una vez conocida la acusación, el jefe de la Policía londinense, Mark Rowley, se ha mostrado abierto a que el Ministerio del Interior, con Suella Braverman al frente, haga una revisión de las fuerzas de seguridad capitalinas para que esta cumpla con «los más altos estándares», si bien ha exigido también una mayor protección legal, recoge la cadena de televisión Sky News.
Braverman, por su parte, ha respaldado a los agentes, pues considera que «no deben temer acabar en el banquillo de los acusados por haber cumplido con su deber». El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha reconocido que los agentes de Policía necesitan «claridad» sobre cuales son sus poderes legales.
«Los policías con armas de fuego hacen un trabajo muy difícil, han de tomar decisiones de vida o muerte en una fracción de segundo». «Es importante que cuando utilicen esas competencias legales lo hagan con claridad y que tengan certeza sobre lo que están haciendo, especialmente dada la letalidad que emplean», aseguró Sunak.