Militares ucranianos de un equipo de reconocimiento vuelan un dron en una línea del frente cerca de la ciudad de Bajmut
¿Cómo ha sido capaz Ucrania de resistir sin municiones a la avalancha ofensiva rusa?
Kiev ha dado con la tecla para resistir a Rusia sin casi armas, pero la cuenta atrás sigue corriendo y la afluencia de proyectiles de artillería se hace cada día más necesaria. La caída de Avdiivka es sólo un adelanto de lo que podría venir
Ucrania agota sus municiones de artillería. La escasez de proyectiles ha llevado a las fuerzas de Kiev a perder la localidad de Avdiivka y a replantear toda su estrategia para optimizar recursos.
Además, es probable que deba aplazar toda operación de contraofensiva hasta que se encuentre en una coyuntura más favorable.
Por el contrario, Rusia se encuentra en un buen momento, con su industria militar reactivada tras esquivar las sanciones y con un flujo de misiles, drones y municiones procedente de Irán y Corea del Norte, además de tecnología de China.
Tras solventar sus deficiencias en el proceso de reclutamiento, Rusia no tiene problemas en enviar a miles de sus soldados a la muerte en operaciones suicidas de escaso beneficio con el convencimiento de contar con unas reservas de carne humana prácticamente inagotables.
En ese contexto ¿cómo está siendo capaz Ucrania de resistir el envite de un enemigo muy superior, con mayor armamento y un ejército más grande?
Según el Institute for the Study of War (ISW), Ucrania trata de compensar su escasez de municiones con el desarrollo de sistemas y equipos avanzados.
Ucrania ha logrado disputar el dominio de los cielos a Rusia con escasos recursos
El alto mando ucraniano trata de adaptarse con el convencimiento de que no puede competir con Rusia en número de municiones para artillería y carros de combate. Tampoco en cuanto a soldados movilizados.
Sin embargo, Ucrania ha demostrado que puede obtener una ventaja en el campo de batalla mediante el empleo a gran escala de armas tecnológicas, como son los drones.
Los diferentes drones desarrollados por las fuerzas ucranianas han demostrado gran efectividad.
Los drones han logrado frustrar avances y asaltos rusos en el campo de batalla. También mediante drones los ucranianos han conseguido golpear industrias y bases aéreas tanto en Rusia como en la Ucrania ocupada.
Con todo, el mayor éxito obtenido por el Ejército de drones de Kiev se sitúa en el mar Negro. Los drones navales desarrollados íntegramente por Ucrania han conseguido varios de los grandes buques de la Flota rusa del mar Negro, incluidos varios buques de asalto anfibio y cruceros y corbetas lanzamisiles.
Aunque en tierra Ucrania está jugando con desventaja, en el mar las fuerzas navales de Kiev han conseguido una ventaja operativa, obligar a los buques rusos a alejarse mar adentro o a refugiarse en los puertos y, en consecuencia, recuperar en gran parte el control de sus aguas y liberar las vías de transporte marítimo de granos ucranianos.
Lo que empezó como un proyecto piloto, se ha convertido en la gran arma de Ucrania para resistir al empuje ruso y frenar el avance de sus tropas.
Tal es su importancia que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski creó una rama de sus fuerzas armadas específica para drones denominada Fuerzas de Sistemas No Tripulados.
La valoración ucraniana sobre el decisivo papel que jugará la guerra de drones en los próximos meses la ha compartido la OTAN.
Consciente de que el poderío ucraniano en drones puede ser su tabla de salvación, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que la alianza entregará un millón de drones a Kiev.
Los drones han proporcionado a Kiev un arma versátil para golpear a Rusia en las trincheras y tras las líneas operativas.
Su vulnerabilidad, no obstante, son las herramientas de guerra electrónica con los que cuenta Rusia.
La solución de los drones respaldad por la OTAN es algo así como un parche que no permitirá a Ucrania sustituir a su artillería de sistemas HIMARS y baterías antiaéreas Patriot, pero sí le dará tiempo para recuperar sus capacidades ofensivas.
Una vez que vuelvan a fluir los proyectiles con regularidad, el uso combinado de los HIMARS y los drones sí podrían otorgar a Kiev una nueva ventana de oportunidad de cara a una futura contraofensiva.
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