Un buque de guerra de la OTAN navega en el mar Báltico
La OTAN alerta de una guerra submarina que pone en riesgo a millones de personas en Europa y América del Norte
La red de cables y tuberías submarinas de la que dependen la energía y las comunicaciones de Europa no se construyó para resistir una «guerra híbrida»
El almirante Didier Maleterre, subcomandante del Comando Marítimo Aliado de la OTAN (Marcom), admitió recientemente que la red de cables y tuberías submarinas de la que dependen la energía y las comunicaciones de Europa son vulnerables a la «guerra híbrida» que desarrolla Rusia y otros adversarios de la Alianza Atlántica.
La seguridad de casi 1.000 millones de personas en Europa y América del Norte está amenazada por los intentos rusos de atacar las amplias vulnerabilidades de la infraestructura submarina, incluidos parques eólicos, oleoductos y cables eléctricos, advirtió Maleterre.
Mapa actualizado de las fugas de gas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2
Al menos dos incidentes de presuntos sabotajes contra gasoductos en el Báltico han tenido lugar en los últimos 18 meses, primero en Nord Stream 1 y 2 en septiembre de 2022, seguido del Balticconnector en octubre del año pasado.
A pesar de amplias investigaciones de varios gobiernos europeos, ambos casos siguen sin resolverse, aunque Finlandia dijo en diciembre que «todo indicaba» que un barco chino había dañado deliberadamente el Balticconnector con su ancla.
Gasoducto Balticconnector
Maleterre, un submarinista que dijo haber pasado «más de 1.000 días bajo el mar», señaló a The Guardian que el entorno había cambiado drásticamente desde que gran parte de la infraestructura submarina fue desarrollada por primera vez por el sector privado, dejándola extremadamente vulnerable.
«Ellos [las empresas responsables de ellos] no sabían que tal guerra híbrida se desarrollaría tan rápidamente. Más del 90 % de Internet está bajo el mar. Todos nuestros enlaces entre Estados Unidos, Canadá y Europa se transmiten bajo el mar, por lo que hay muchas vulnerabilidades» explicó el almirante.
Para Maleterre «esa es una preocupación muy importante porque es un problema de seguridad para casi 1.000 millones de civiles de la OTAN. Necesitamos estar protegidos y bien abastecidos por nuestras infraestructuras submarinas vitales».
Por esa razón, el Comando Marítimo Aliado de la OTAN, tiene «más de 100 barcos, submarinos nucleares y submarinos convencionales» patrullando aguas que incluyen el Ártico, el mar Negro, el Atlántico, el Báltico y el Mediterráneo, pero «incluso con una presencia significativa es imposible para la OTAN proteger cada pieza de infraestructura submarina», admitió Maleterre al tiempo que señaló que la responsabilidad principal recae en las países costeros para proteger su propia infraestructura.
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