
Asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021
La jueza cierra el caso contra Trump por el asalto al Capitolio a petición del fiscal
Trump se declaró inocente de todos los cargos del caso y llevó la lucha a la Corte Suprema de Estados Unidos, argumentando sobre la base de la inmunidad presidencial
La jueza federal del Distrito de Columbia, Tanya Chutkan, ha cerrado el caso contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por injerencia electoral y el asalto al Capitolio de 2021.
De esta forma, la jueza acepta la solicitud del fiscal especial Jack Smith, que argumentaba que, tras la victoria electoral del republicano, la normativa del Departamento de Justicia impide procesar a un presidente en ejercicio. Por medio de un escrito, Chutkan pidió desestimar el caso y que la defensa de Trump no se oponía, por lo que se determinó cerrar la causa.
Así, se abandonan las dos acusaciones penales que recaían sobre el presidente electo de EE. UU.: la del asalto al Capitolio, en el Distrito de Columbia, y la de los documentos clasificados de la Casa Blanca, en Florida.
Durante la campaña, el republicano avisó de que cesaría a Smith si resultaba vencedor de los comicios y ordenaría cerrar estos casos, motivados por la persecución política que sufre. Cuando supo de la decisión del fiscal especial, Trump insistió en que «fue un secuestro político y que algo así pudiera haber sucedido fue un punto bajo en la historia de nuestro país. Sin embargo, perseveré y, contra todo pronóstico, gané».
La acusación no cambia, las circunstancias sí
Respecto a la primera de las causas, Chutkan aprobó rápidamente la petición sin prejuzgar si deben reabrirse al final del mandato. Sobre la recomendación de Smith afirmaba que «es coherente con la interpretación de la fiscalía de que la inmunidad concedida a un presidente en ejercicio es temporal, expirando cuando abandona el cargo».
El mismo fiscal especial dejaba abierta la puerta a que se reanudara una vez terminara el mandato, —en principio— en 2029. «La acusación no ha cambiado, pero las circunstancias sí», explicaba. Desde 1973, en el escándalo de Watergate, no se procesa a un presidente en ejercicio, aunque la situación actual es inédita.
En cuanto al de los documentos, al republicano se le acusaba de poner en peligro la seguridad nacional por poseer archivos de información sobre armas nucleares y aviones militares. Smith apelaba a no recurrir una decisión que una jueza ya había desestimado.
El director de comunicaciones del republicano, Steven Cheung, reaccionaba declarando que se trataba de una «gran victoria para el Estado de derecho». «El pueblo estadounidense y el presidente Trump quieren un fin inmediato a la politización de nuestro sistema judicial y esperamos unir a nuestro país», escribía en un comunicado.