El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (izq.), con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance (centro), y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio (der.)
Trump confirma por primera vez que no buscará un tercer mandato y postula a Vance y Marco Rubio como sucesores
En una entrevista exclusiva con NBC News, Donald Trump ha confirmado por primera vez que no intentará extender su tiempo en la Casa Blanca más allá de sus dos mandatos. En un claro mensaje, el presidente de los Estados Unidos ha asegurado que se retirará al final de su segundo mandato, marcando un final definitivo a las especulaciones sobre su posible candidatura para un tercer período. Trump destacó la importancia de haber sido presidente durante ocho años, sin que eso signifique su intención de desafiar la Constitución, que prohíbe un tercer mandato.
«Seré un presidente de ocho años, un presidente de dos mandatos. Siempre pensé que eso era muy importante», comentó Trump en una entrevista con Kristen Welker. Aunque el mandatario había mencionado previamente que la posibilidad de un tercer mandato le había sido sugerida por sus aliados, ahora parece haber cerrado esa puerta definitivamente, reconociendo las restricciones constitucionales que lo impiden.
A pesar de su decisión de no aspirar a un tercer mandato, Trump dejó claro que está muy enfocado en garantizar un legado dentro del Partido Republicano, sugiriendo a varios posibles sucesores para llevar adelante su movimiento «MAGA». Entre ellos, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio son los nombres que más resuenan en los círculos republicanos como posibles continuadores de su visión.
Trump elogió a ambos como figuras clave en el futuro del partido, destacando que tienen las cualidades necesarias para continuar con el trabajo que él ha liderado durante su mandato. En particular, Vance, quien ha sido uno de los aliados más cercanos de Trump, ha sido señalado como una figura que podría competir fuertemente por la nominación presidencial del Partido Republicano en 2028. «Podría muy bien estar en la cima de la lista», afirmó Trump, aunque sin comprometerse de manera definitiva sobre si Vance sería su sucesor oficial.
Por su parte, Trump también mencionó a Rubio como un «gran» potencial líder republicano, señalando que ha desempeñado un papel fundamental en su Administración. La versatilidad de Rubio en cargos clave, desde el Departamento de Estado hasta su reciente rol como asesor de seguridad nacional, ha sido una de las razones por las que Trump lo ve como una figura que podría continuar con la dirección política del país.
Marco Rubio junto a Trump en la Casa Blanca
Aunque Trump aún no se ha comprometido oficialmente con ninguno de los dos, su apoyo implícito a Vance y Rubio ha generado especulaciones sobre la posibilidad de que uno de ellos sea el próximo candidato presidencial del Partido Republicano. Sin embargo, Trump ha subrayado que, si bien las conversaciones sobre sus sucesores son naturales, aún es demasiado pronto para centrarse exclusivamente en las elecciones de 2028.
El presidente también se mostró más preocupado por las elecciones intermedias de 2026, donde el Partido Republicano se enfrentará a desafíos significativos para mantener el control del Congreso. Trump anticipó que jugará un papel activo en las campañas de reelección, sobre todo a través de su capacidad de recaudación de fondos. A pesar de las preocupaciones sobre su agenda política y sus decisiones, como el uso de aranceles y la implementación de políticas controvertidas, Trump sigue convencido de que su influencia será crucial en las futuras batallas electorales del partido.