El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una imagen de archivo
Biden recupera la lucidez, critica a Trump y advierte que «Putin no se conformará» con partes de Ucrania
El expresidente Joe Biden ha concedido su primera entrevista desde que tuviera que abandonar la Casa Blanca. «Sleepy Joe», como se refería despectivamente a él Donald Trump en campaña, ha demostrado ante el periodista de la BBC de programa «Today» estar más despierto que nunca. El demócrata ha hecho repaso a los 100 días de Gobierno de su sucesor –y antecesor– con una mirada histórica y crítica, en especial, sobre las relaciones con Vladimir Putin y la invasión de Ucrania. Pero también sobre la falta de confianza que hay ahora en el mundo sobre Estados Unidos.
«Es un apaciguamiento moderno», resumió Biden para describir el modo en el que Trump se vincula con el jefe del Kremlin. La expresión remite al exprimer ministro británico, Neville Chamberlain que a finales de los años 30 intentó con mano de terciopelo calmar las ansias expansionistas de Hitler. Su paciencia y suavidad con el führer tenía como objetivo evitar lo que era inevitable: una guerra en Europa.
La experiencia internacional de Biden durante su vicepresidencia con Barak Obama y luego como presidente, le permite recordar e interpretar el pensamiento de Putin. Durante la charla con el periodista, desde Delaware, asegura, como también hizo Trump en su primer mandato, que para Putin no hay nada que discutir sobre Ucrania porque considera que es territorio ruso, la cuna del imperio y su separación tras la caída de la Unión Soviética no tiene ninguna validez para él. Dicho esto, advierte que se equivoca el que piense que va a detener la invasión a cambio de concesiones territoriales. El que lo crea «es un necio», afirmó sin dudar.
La reflexión sobre Putin precedió a otra: «Simplemente no entiendo cómo la gente piensa que si permitimos que un dictador, un matón, decida apropiarse de porciones significativas de territorio que no le pertenecen, eso le va a satisfacer. No lo entiendo del todo.»
Su análisis apunta implícitamente a la convicción de Donald Trump de que Putin se podría conformar si la comunidad internacional reconoce la anexión de Crimea, de 2014 y los territorios ocupados del Donbás, pero también a la idea lanzada del republicano de apropiarse del canal de Panamá y anexionar Canadá y Groenlandia, a golpe de chequera o de golpes.
La reunión del flamante primer ministro de Canada, Mark Carney, ayer en la Casa Blanca, estuvo a un paso de convertirse en un espectáculo parecido al protagonizado cuando Volodimir Zelenski estuvo en Washington. Carney tuvo que intervenir, a preguntas de los periodistas, para aclarar que hay cosas que jamás estarán a la venta (su país). Trump evitó que se elevara el tono de la conversación y cortó la rueda de preguntas por lo sano.
Nosotros defendemos la libertad, la democracia, las oportunidades, no la confiscación
«¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Qué presidente habla así? Eso no es lo que somos… Nosotros defendemos la libertad, la democracia, las oportunidades, no la confiscación», exclamó el expresidente que se vio obligado a retirar su candidatura por la excesiva frecuencia de lapsus y episodios de desorientación en público.
Estados Unidos y Europa
Preguntado por las tensiones entre Estados Unidos y Europa, Biden manifiesta su preocupación ante un escenario que, hoy por hoy, ya es real, que «Europa pierda la confianza y deje de creer en el liderazgo de estados Unidos». Dicho esto, advirtió del peligro de una ruptura de relaciones con la UE: «Cambiaría la historia moderna de mundo», afirmó.
En cuanto a la economía, donde estaban depositadas buena parte de las esperanzas de la elección de Trump, el demócrata lamentó la revolución de los aranceles y criticó la marcha atrás de su política: «íbamos en una dirección en la que el mercado de valores estaba muy al alza. Estábamos –insistió– en una situación en la que expandíamos nuestra influencia en todo el mundo de forma positiva, incrementando el comercio.»
En un terreno más intimista, Biden admitió que «fue difícil marcharse» de la Casa Blanca, pero que la decisión, aseguró, «fue correcta» y «oportuna» porque se hizo cuando había «un buen candidato». habría que saber qué opina Kamala Harris.