
Salman Rushdie perdió la visión de un ojo tras sufrir un apuñalamiento en 2022
Condenan a 25 años de prisión el hombre que apuñaló a Salman Rushdie
Hadi Matar llegó a apuñalar al novelista hasta en 15 ocasiones con una hoja de quince centímetros
El hombre declarado culpable del intento de asesinato de Salman Rushdie ha sido condenado este viernes a 25 años de prisión por intento de asesinato contra el novelista, en un ataque con cuchillo ocurrido en 2022 en un centro cultural de Nueva York.
El tribunal del condado de Chautauqua dictó la sentencia contra Hadi Matar, de 27 años y residente de Nueva Jersey, casi tres meses después de ser declarado culpable por primera vez de intento de asesinato en segundo grado.
La condena de Matar se produjo tras un intenso juicio en el que Rushdie, de 77 años, detalló el momento en que sintió la certeza de que iba a morir a causa del ataque de Matar durante un encuentro literario en el oeste del estado de Nueva York en 2022.
En febrero, hablando desde el estrado, Rushdie declaró: «Me di cuenta de que yacía sobre una gran cantidad de sangre. Mi noción del tiempo era bastante nublada, me dolía el ojo y la mano, y tuve la clara impresión de que me estaba muriendo».
En total, Matar apuñaló a Rushdie hasta 15 veces con una hoja de quince centímetros: en la cabeza, el cuello, el torso y la mano izquierda, causándole graves lesiones en el ojo derecho, el hígado y los intestinos.
Tras el ataque, Rushdie sufrió daños permanentes en el ojo derecho. El ataque también hirió a Ralph Henry Reese, moderador de la conferencia en la que participaba Rushdie.
Matar confesó que solo había leído dos páginas del libro Los versos satánicos, pero creía que el autor había «atacado al islam».
El equipo de abogados de Matar intentó impedir que los testigos describieran a Rushdie como una víctima de persecución, a raíz de la fatua emitida por Irán en 1989, que pedía su asesinato por supuesta blasfemia en la novela.
Rushdie vivió recluido en Londres durante una década tras la fatua de 1989, pero en los últimos 20 años –hasta el ataque– llevó una vida relativamente normal en Nueva York.