Donald Trump junto a Elon Musk en el Despacho Oval
Trump se rinde en elogios a Musk en su despedida del Gobierno: «No se va, volverá»
Donald Trump no ha permitido que Elon Musk se vaya del Gobierno sin un acto de despedida acorde a lo que, según el presidente, ha supuesto su estancia. Este viernes, en el Despacho Oval, el presidente convirtió el fin del mandato de Musk como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en un espectáculo cuidadosamente escenificado, mezcla de tributo político, ajuste de cuentas con la prensa y ensayo general para futuros capítulos de su sintonía personal y política.
«Hoy estamos aquí para hablar de Elon», arrancó Trump, sentado tras su escritorio, con Musk de pie a su lado, en su ya uniforme negro y gorra con las siglas del DOGE. «Ha liderado el programa de reforma más radical y consecuente en generaciones. No se va. Volverá. Este departamento es su bebé», declaró, antes de entregarle una llave dorada «en representación del país».
El DOGE, creado al inicio del nuevo mandato de Trump, tenía como misión adelgazar la Administración pública. Musk se comprometió a ahorrar dos billones de dólares. Lo que deja, 130 días después —el límite legal para los empleados especiales del Gobierno—, es un ahorro estimado de 175.000 millones y una larga estela de despidos, agencias desmanteladas (incluida la USAID) y una ciudad, Washington, sumida en una «doctrina del shock» administrativa.
«Seguiré siendo amigo y consejero del presidente», aseguró Musk, que no acudió esta vez con su hijo —el mismo que, según contó, le dejó el morado visible en su ojo derecho durante un juego—, pero sí con una actitud más desafiante. Respondió con desdén a la prensa que lo interpeló por su supuesto consumo de drogas, revelado por The New York Times: «¿Ese es el diario que ganó un Pulitzer por el fraude de Rusia? Siguiente pregunta». Trump, por su parte, atacó a la Administración Biden, al periodismo y también aprovechó para opinar sobre política exterior, migración y presupuestos.
Tregua en Gaza
«Están a punto de llegar a un acuerdo sobre Gaza». En medio de su largo monólogo, Trump reveló que un nuevo acuerdo en la franja de Gaza podría estar cerca: «Os diremos algo más a lo largo del día. Estaría muy bien tener un acuerdo sin que se lancen más bombas».
Por otra parte, y respecto al otro gran conflicto que asola al mundo estos días, el mandatario estadounidense aseguró que «Putin y Zelenski son dos cabezotas que no quieren dar su brazo a torcer».
La ceremonia en el Despacho Oval sirvió también para reforzar el mito Musk-Trump. «Ha cambiado la vida de muchas personas. Le debemos muchísimo», insistió el presidente, que convirtió la despedida de Musk en un acto de campaña anticipado. Musk, que hizo una donación récord de 260 millones a la campaña de Trump, lo ha dejado claro: «El trabajo del DOGE no termina hoy. Es una forma de vida».