La voz del guía supremo de Irán mantiene la amenaza
Idéntico teque al de Fidel Castro en una época en la que se creía inmortal. Porque todos estos especímenes viven ya en la post inmortalidad que se inventan en sus quimeras totalitarias.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, durante la ceremonia de oración del viernes en Teherán
La voz del guía supremo islamista de Irán, Alí Jamenei, continúa –en el instante en que escribo este análisis– mediante declaración grabada con sus amenazas a Israel y también a Estados Unidos. Es la prueba de que estos guías, ideólogos de Hamás, entre otros grupos islamo-radicales, no les importa el pueblo iraní, lo que les mantiene en la posición de amenaza constante es su propia supervivencia y la perpetuidad en el poder. Ellos mismos con esa posición inamovible se colocan la diana en la frente, tal como ha anunciado Benjamin Netanyahu, que no excluía la desaparición física de este personaje.
El guía y líder supremo de la República Islámica subrayó las acciones defensivas bélicas de Israel como un «grave error» y advirtió que «la entidad sionista asumirá las consecuencias» de sus actos. Para él no existe un pueblo ni un país, sólo una entidad sionista, o sea, un ente ideológico. ¿Qué sería entonces el Irán actual convertido desde hace casi cincuenta años por ellos en una entidad ideológica y en brazo armado contra Occidente?
Añadió Jamenei que «Irán no perdonará la violación de su soberanía aérea ni el derramamiento de sangre de sus terroristas», o sea, son terroristas claramente, sin ambages. Y utilizó la terminología habitual de Teherán para referirse al Estado judío con el mayor desprecio. El guía supremo también enfatizó que su país «no ignorará ningún ataque a su territorio» y que «sus fuerzas armadas están en alerta máxima». Idéntico teque al de Fidel Castro en una época en la que se creía inmortal. Porque todos estos especímenes viven ya en la post inmortalidad que se inventan en sus quimeras totalitarias.
El jefe iraní también agredió verbalmente a Estados Unidos como suele hacer en sus amenazas. «Irán no se rendirá, y cualquier ataque estadounidense tendrá consecuencias graves e irreparables», avisó con la ira que les corresponde y define; según la agencia de noticias Tasnim.
En referencia a lo que ha visto él como amenazas de parte de Donald Trump, Jamenei reafirmó que «quienes conocen la historia de Irán saben que los iraníes no responden bien al lenguaje de las amenazas». No sabemos bien a qué iraníes se refiere, porque en imágenes cada vez más numerosas en las redes sociales se ha podido apreciar que el pueblo de a pie no demuestra miedo alguno a la hora de agradecer a los israelíes y animarlos a que no se detengan con la misión liberadora, además de las mujeres que empiezan a quitarse los atuendos obligatorios y a enseñar sus largas cabelleras.
Jamenei añadió que «Irán no aceptará ni una paz ni una guerra impuestas», o sea, lo de siempre, ni siquiera le conviene la paz negociada, porque lo que les interesa, lo que les sostiene es el conflicto permanente dirigido desde su poder, mantener ellos las riendas del miedo, apretar las tenazas del odio.
Las amenazas, que la prensa francesa disimula en advertencias, se producen en medio de crecientes y mayores tensiones en Oriente Medio. Una fuente iraní, citada por el diario qatarí Al-Araby Al-Jadeed, fue particularmente explícita sobre la capacidad militar de Irán. «Hasta ahora, solo hemos utilizado una parte de nuestra capacidad militar», afirmó. Aunque podemos imaginar también que el alarde forma parte del programa en la escalada del terror.
La misma fuente habló de «sorpresas graves que están llegando gradualmente» y de «medidas adicionales» planeadas, pero no reveladas; como podrán observar el lenguaje utilizado resulta cada vez más críptico y severo. Especificó que estas acciones «se harán efectivas si el conflicto evoluciona hacia una guerra abierta con participación estadounidense. La posible participación norteamericana ha sido criticada por comunicadores de la talla de Tucker Carlson y de la relevante judeófoba Candace Owen.
Con relación a las instalaciones nucleares iraníes, la fuente aseguró que «no han sufrido daños significativos», pese a las informaciones ofrecidas por Israel. Además, lanzó una amenaza directa: «Si se atacan barrios residenciales iraníes, nuestros ataques tendrán como objetivo zonas residenciales de Tel Aviv». Bueno, lo han hecho desde el inicio, pero como es habitual se refugia detrás del escudo de la takiyya (mentira).