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Resurgen los grupos neonazis rusos en el imperio de PutinIA

El renacer de los grupos nazis rusos: se duplica el número de jóvenes violentos organizados con la esvástica

Las nuevas bandas nacen a imagen y semejanza de las que se expandieron por el país a principios del 2000, tras el colapso de la Unión Soviética

Todo vuelve. Lo bueno y lo malo. En la Rusia de Vladimir Putin resurgen movimientos nazis que seducen a jóvenes. La ola de organizaciones violentas de los años 90 y principios de este siglo vuelve a tomar forma con objetivos y modus operandi similares.

La Federación de Rusia tiene demasiados frentes internacionales abiertos para admitir que en el plano interno tampoco tiene todo bajo control, pero la proliferación de estos grupos violentos ya es un problema serio que el Kremlin no tiene más remedio que afrontar.

El Centro Sova, con sede en Moscú, explica en la BBC que los delitos de odio por motivaciones políticas vinculados a la ideología nazi se duplicaron en 2013. La década anterior se había registrado un descenso notable de este tipo de crímenes cuyos autores, habitualmente, eran adolescentes en torno a los 16 años.

Las nuevas bandas nacen a imagen y semejanza de las que se expandieron por el país a principios del 2000, tras el colapso de la Unión Soviética. En medio del caos y de la fiebre independentistas de las antiguas regiones satélites, los grupos nazis camparon sin freno hasta que se recuperó el control de la situación y pudo desmantelarlas.

TikTok y Telegram

La brutalidad de la época no se refleja aún en los crímenes registrados por el Centro Sova, pero empieza a parecérsele mucho. Los medios de comunicación y conexión de estos jóvenes son las nuevas plataformas de redes sociales. Las favoritas son TikTok y Telegam. En la primera gravan sus asaltos y palizas a indigentes, homosexuales y yonkis, porque por mucho que Putin lo niegue y lo condene, en la Federación Rusa ellos también existen.

Los «muchachos» de cabeza rapada se citan con una hoja de ruta previa para hacer su particular redada contra los colectivos o personas que, para ellos, están fuera del sistema al que deberían adaptarse. Con cadenas, a patadas, puñetazos y hasta con bengalas sacuden a sus objetivos. Uno de ellos, como publica la BBC, perdió un ojo en la ciudad industrial de Kostroma.

«Made with hate» (Hecho con odio), un club de linchamiento formado por jóvenes que devoran «literatura» nazi

Los autores pertenecían al grupo «Made with hate» (hecho con odio), un club de linchamiento formado por jóvenes que devoran «literatura» nazi. Identificados como «haters» genuinos en las redes sociales, presumen de sus hazañas que suelen grabar y colgar en TikTok. Localizarlos es un desafío hasta para las autoridades rusas y pone en evidencia el discurso de Putin para justificar la invasión de Ucrania. El jefe del Kremlin no se cansa de repetir que hay que desnazificar a su vecino y terminar con el gobierno del nazi, que es judío, Volodimir Zelenski.

Los vagones blancos

Otra de las costumbres o hábitos que han adquiridos los Made wiht Hate, como recoge la BBC en los testimonios de especialistas, es el conocido como «Vagones blancos». Estas iniciativas siguen la misma secuencia: citas en estaciones de ferrocarril, peinado de los vagones y paliza a los usuarios que no cumplan con el aspecto y las formas deseadas.

Su firma la dejan impresa en el rostro y el cuerpo de sus víctimas, pero también en pintadas de esvásticas y lemas del Nacionalsocialismo, que ha logrado hacerles sentir que, en su errática vida, hay un sentido de pertenencia que les hace feliz, aunque sea a costa de lastimar al prójimo.