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Donald Trump y Vladimir Putin

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir PutinAFP

Putin insiste en su llamada con Trump en que «no renunciará a sus objetivos» en Ucrania

La llamada se produce tan solo dos días después de que Washington confirmase la suspensión del envío de armas a Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, mantuvieron una nueva conversación telefónica este jueves, que duró alrededor de una hora y en la que el ruso insistió una vez más en que «no dará marcha atrás en sus objetivos de eliminar las causas del conflicto en Ucrania». La llamada realmente no ha supuesto ningún avance tangible hacia la paz o un alto el fuego en el país invadido. Según informó el negociador del Kremlin, Yuri Ushakov, Putin le trasladó a Trump su «disposición» a continuar el proceso de negociaciones, pero sin llegar a concretar una fecha para la tercera ronda de negociaciones en la ciudad turca de Estambul.

Putin había anunciado previamente que esta conversación tendría lugar durante una intervención en el foro Ideas sólidas para tiempos nuevos. El ruso se disculpó por tener que abandonar el evento antes de tiempo y se justificó diciendo: «Por favor, no se enojen. Entiendo que podríamos hablar más, pero es incómodo hacerles esperar. Se ofenderá», en referencia a Trump. Además de la guerra en Ucrania, el Kremlin informó de que ambos mandatarios hablaron del reciente conflicto entre Irán e Israel y señaló que, aunque tampoco se planteó una fecha para un encuentro presencial entre Putin y Trump, «la idea está en el aire».

La última conversación entre ambos mandatarios se remonta al pasado 14 de junio, coincidiendo con el 79.º cumpleaños de Trump, y desde entonces no se ha registrado ningún avance en el ámbito diplomático para poner fin a la invasión rusa de Ucrania, que ya dura más de tres años. De hecho, desde el inicio de los contactos entre Putin y Trump, Rusia ha redoblado sus ataques contra el país invadido. En los últimos meses, el Ejército ruso, además, ha recrudecido su ofensiva contra las principales ciudades ucranianas y contra objetivos civiles.

El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, denunció esta semana que Moscú había lanzado el pasado mes de junio contra su país más de 330 misiles, incluidos casi 80 misiles balísticos, 5.000 aviones no tripulados y 5.000 bombas planeadoras, registrando cifras nunca vistas en la contienda. A esto se suma el anuncio de este martes de Estados Unidos de que suspendía el envío de armas a Ucrania. El paquete de ayuda, que finalmente no llegará a los desgastados arsenales de las tropas ucranianas, incluía sistemas de defensa antiaérea Patriot y Stinger, así como proyectiles de artillería guiados y municiones utilizadas por los F-16 y NASAMS.

Además, Washington también ha decidido retener más de cien misiles Hellfire, unos 250 proyectiles GMLRS para ataques de precisión a larga distancia y sistemas antitanque como el lanzador AT4. Tras este anuncio, que cogió por sorpresa al Gobierno de Volodimir Zelenski, este miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania convocó al encargado de negocios de Estados Unidos en Kiev, John Hinkel, a quien advirtió de que cualquier posible retraso o cancelación en el envío de armas solo servirá para «alentar al agresor», en este caso Rusia, «a continuar con la guerra y el terrorismo».

Por su parte, el Kremlin aplaudió la decisión de la Administración Trump, que defendió que «cuantas menos armas se suministren a Ucrania, más cerca estará el final de la operación militar especial», término ruso para referirse a la invasión a gran escala del país vecino. Con este complejo escenario, Zelenski reconoció desde Dinamarca que espera poder hablar con Trump este viernes. «Espero hablar mañana o en los próximos días con el presidente Trump sobre esto [suspensión del envío de armas]», sostuvo el ucraniano este jueves.

El presidente ucraniano es consciente de que depende de Estados Unidos para cierto tipo de armamento, como es el caso de los sistemas antiaéreos Patriot, que sus aliados europeos no pueden proporcionarle. Durante la cumbre de la OTAN en La Haya, el pasado mes de mayo, Zelenski propuso a Trump comprar a su país los Patriot, pero el estadounidense no se mostró del todo dispuesto y tan solo se comprometió a analizar la propuesta. Asimismo, durante el encuentro de ambos mandatarios en la capital de Países Bajos se planteó una coproducción de drones y, este jueves, Zelenski anunció un acuerdo con la empresa estadounidense Swift Beat para la fabricación de «cientos de miles» de aviones no tripulados.

Aunque Ucrania ya produce actualmente alrededor del 40 % de todas las armas que utilizan sus Fuerzas Armadas en el frente, sigue dependiendo de Estados Unidos y otros aliados occidentales para la defensa aérea y los misiles de largo alcance capaces de alcanzar objetivos en el interior de Rusia. Esta semana, Putin también habló con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, poniendo así fin al silencio que imperaba entre los líderes europeos y el presidente ruso desde el inicio de la invasión de Ucrania. La última vez que Macron y Putin hablaron fue en septiembre de 2022, siete meses después de que las tropas rusas pusieran sus botas en el país vecino.

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