A la caza del 'Rambo' de Montana que lleva cinco días prófugo tras un tiroteo en un bar

Enclavado entre escarpadas montañas cubiertas de densos bosques de pinos, se encuentra Anaconda, un pueblo con raíces mineras al oeste de Montana (Estados Unidos). La accidentada geografía del lugar sirve de refugio a Michael Paul Brown, un veterano del ejército sospechoso de matar la semana pasada a cuatro personas en un bar de la zona. Desde entonces, las autoridades buscan sin descanso entre el paisaje desafiante a Brown, quien cuenta con una gran ventaja ya que la montaña donde supuestamente se oculta es gigantesca. «Hay mil lugares donde esconderse», explica un miembro de la División Forestal.

Otro de los beneficios que tiene el exmilitar, de 45 años, es que ha huido a una zona escasamente poblada con menos efectivos policiales y la búsqueda se ha retrasado hasta que han llegado refuerzos de otros estados. Algo que le ha facilitado la huida y que le permitiría, según el FBI, «esconderse fácilmente durante varias semanas si tuviera recursos a su disposición».

Durante el fin de semana, se desplegaron cerca de 250 efectivos sobre el terreno para encontrar a Michael Paul Brown, junto con recursos aéreos, según informó el domingo el fiscal general de Montana. Sin embargo, esa cifra se reducirá a medida que la búsqueda se convierta en una operación de localización de fugitivos.

Aunque el rastreo se centra principalmente en una zona montañosa del bosque nacional, Austin Knudsen, fiscal general de Montana, advirtió a los residentes de Anaconda que se mantengan «vigilantes» porque no se descarta que Brown pueda regresar al pueblo. «Todo indica que se trata de un individuo inestable», agregó Knudsen.

Para incentivar la colaboración ciudadana se ofrece una recompensa de 10.000 dólares por alguna información que conduzca a la captura de Brown. Sin embargo, cinco días después de los asesinatos, el veterano sigue en paradero desconocido. «Hay mucho terreno y poca gente. Así que no habrá muchos civiles que anden mirando por la ventana buscando a alguien sospechoso», añade un exagente de la oficina local del FBI en Bozeman.

Brown ya ha dado muestras de su ingenio durante su fuga. Aunque las imágenes de vigilancia lo muestran huyendo en ropa interior, las autoridades creen que recogió provisiones de una camioneta blanca. «Era un vehículo robado, pero contenía equipo de campamento y creemos que también había algo de ropa», explica el fiscal general de Montana durante una rueda de prensa.

Por lo pronto, se desconocen qué motivos tenía Brown para matar a las cuatro personas del The Owl Bar, pero está claro que los conocía porque eran clientes habituales, al igual que él. No obstante, el sospechoso «no participaba de la camadería» de los otros usuarios del local.

Un antes y después

Brown formó parte del Ejército de Estados Unidos durante diez años, tiempo en el que también llegó a estar en Irak, según informes del Departamento de Defensa.

Tras estar en Irak, se unió a la Guardia Nacional de Montana desde abril de 2006 hasta marzo de 2009 y dejó el servicio militar como sargento.

La sobrina del sospechoso, Clare Boyle, asegura que su tío tuvo problemas de salud mental en el Ejército y que no era el mismo a su regreso. El estado de Michael Paul Brown empeoró tras la muerte de sus padres y la familia buscó ayuda del Departamento de Asuntos de Veteranos y del Hospital Estatal de Montana, pero ambas instituciones le rechazaron. En este punto, el Ejército se ha negado a divulgar datos sobre el historial de salud mental de Brown, alegando «restricciones políticas y de privacidad».