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Submarino clase Ohio de la Marina de los EE.UU.

Submarino clase Ohio de la Marina de los EE.UU.Marina de los EE.UU.

Así son los submarinos nucleares con un alcance de miles de kilómetros con los que Trump ha amenazado a Rusia

Estados Unidos mantiene el misterio sobre qué unidades ha movilizado, pero todos los indicios apuntan a que se trata de submarinos de la clase Ohio, los más imponentes de su arsenal estratégico

Donald Trump regresó a la Casa Blanca con la intención de poner fin a la guerra en Ucrania y también de tender puentes hacia Rusia, como se demostró en las primeras conversaciones que mantuvo con Vladimir Putin y, especialmente, en la actitud que mostró con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien abroncó en directo cuando le recibió en la Casa Blanca, le calificó como «dictador» o le retiró la ayuda militar, entre otras cosas.

Pero esa luna de miel entre norteamericano y ruso se ha ido estropeando cuando el primero se ha ido dando cuenta de que el segundo no tenía ninguna intención de aceptar sus propuestas, y que había estado diciéndole lo que quería oír mientras por detrás ordenaba exactamente lo contrario.

Submarinos de Estados Unidos

Submarinos de Estados UnidosKindelan

Ahora, las tensiones entre dos de las grandes potencias mundiales no para de ir en aumento, recordando a los tiempos de la Guerra Fría. Porque después de que Trump impusiera un ultimátum a Rusia —que vence este viernes—para poner fin a la guerra en Ucrania, o se enfrentaría a duras sanciones como aranceles secundarios, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación, Dmitri Medvédev, advirtió en redes sociales que dicho ultimátum podría desembocar en un conflicto directo. Lejos de calmar el tono, Trump respondió horas después con una amenaza explícita: «Hemos enviado dos submarinos nucleares a zonas apropiadas. Más cerca de lo que Rusia cree».

Desde entonces, ni la Casa Blanca ni el Pentágono han confirmado qué unidades concretas forman parte de este despliegue ni su ubicación exacta. Una práctica habitual en este tipo de movimientos, donde el secreto es tan estratégico como la presencia física. Sin embargo, los expertos coinciden en que el gesto apunta directamente al músculo más disuasorio de la US Navy. Es decir, los submarinos balísticos de la clase Ohio.

Con una eslora de 170 metros, capacidad de inmersión cercana a las 19.000 toneladas y una tripulación de 155 personas, los Ohio SSBN (Submarine Ship Ballistic Nuclear) son los mayores submarinos en servicio en Estados Unidos y una de las plataformas más temidas del planeta. Cada uno puede portar hasta 20 misiles balísticos intercontinentales Trident II D5, con un alcance de más de 11.000 kilómetros y varias ojivas nucleares múltiples en cada proyectil.

En conjunto, estos submarinos representan el 70 % del componente marítimo de la tríada nuclear estadounidense (junto a bombarderos estratégicos y misiles terrestres). Según los acuerdos START aún vigentes en parte, sus capacidades han sido limitadas respecto a épocas anteriores, pero conservan una capacidad de disuasión que, en la práctica, puede arrasar un continente.

Trump no especificó si el movimiento se refería a este tipo de unidades, pero fuentes de defensa estadounidenses han señalado en otras ocasiones que al menos un tercio de estos submarinos se encuentra en patrulla activa en todo momento. Es decir, no necesitan acercarse a ningún objetivo para que su presencia sea efectiva, pueden atacar desde cualquier punto del planeta.

Otra posibilidad es que Trump se refiera a los llamados SSGN, submarinos reconvertidos también a partir de unidades Ohio tras el final de la Guerra Fría. Cuatro de ellos fueron modificados para portar misiles de crucero Tomahawk, más livianos y de uso táctico, y operar con fuerzas especiales en misiones clandestinas. Aunque no poseen la capacidad nuclear del Trident, su sola presencia en aguas cercanas a un adversario puede suponer una advertencia seria, especialmente si se contempla un escenario de escalada regional.

También se contempla que el despliegue haga referencia a submarinos de ataque, como los de la clase Virginia, Seawolf o Los Ángeles. Más numerosos y versátiles, están diseñados para misiones de inteligencia, vigilancia, guerra antisubmarina y ataque a objetivos navales o terrestres, pero no portan armamento nuclear estratégico. Su valor reside en su capacidad de actuar de forma rápida, sigilosa y con una elevada carga táctica en zonas de alta tensión.

Sea como fuere, el anuncio de Trump ya ha despertado las teorías sobre si es una amenaza real que está dispuesto a cumplir, o si simplemente, como apuntas fuentes militares citadas por medios estadounidenses, podría tratarse de un despliegue ya previsto al que ahora se le está dando un nuevo significado, aprovechando la retórica inflamatoria del expresidente Medvédev. Ante cualquiera de las dos opciones, lo que ha quedado claro es que al Kremlin no le han gustado las palabras del mandatario. Dmitri Peskov, portavoz presidencial, intentó rebajar el tono afirmando que solo Putin habla en nombre de la Federación Rusa.

Este nuevo «conflicto» entre estadounidenses y rusos queda lejos del que, por ejemplo, situó el reloj que simboliza el fin del mundo a tan solo dos minutos de la medianoche, pero sí ha supuesto una escalada que no ha sentado bien en Moscú.

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