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Momento de la liberación de 200 presos palestinos como parte del acuerdo de paz de Gaza (Archivo)EFE

La Defensoría Pública de Israel señala que los presos palestinos sufren hambre y palizas en las cárceles

Una auditoría encontró que las condiciones de los presos palestinos empeoraron gravemente tras los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023

Un informe de la Defensoría Pública de Israel, que forma parte del Ministerio de Justicia, recogió las duras condiciones que los presos palestinos sufren en las cárceles. Las condiciones equivalían a «una de las crisis de detención más graves que el Estado ha conocido», según el informe.

De acuerdo al The Wall Street Journal, la auditoría abarcó los años 2023 y 2024 y se basó en las visitas de un equipo de abogados de la oficina a decenas de centros de detención del Servicio Penitenciario de Israel en todo el país, incluyendo ocho instalaciones que albergaban a presos palestinos. El equipo entrevistó a decenas de internos durante cada visita y examinó su entorno.

«Se encontró que los presos en estas instalaciones sufren de hambre extrema que se manifiesta en pérdida aguda de peso y síntomas físicos asociados, incluyendo debilidad física extrema e incluso episodios de desmayo», decía el informe sobre los centros que albergan a palestinos.

«El problema era claramente visible: muchos de los prisioneros parecían muy delgados, algunos extremadamente. En algunos casos, los presos también informaron de acceso restringido al agua potable» agrega el texto.

El Servicio Penitenciario afirmó que sus instalaciones se han visto sobrepasadas por la detención de miles de palestinos desde el inicio de la guerra y que su personal cumple la ley, pero no respondió a una solicitud de comentarios sobre hambre, palizas u otras acusaciones de abuso en el informe.

La Oficina del Defensor Público dijo que informó inmediatamente de sus hallazgos a los comandantes penitenciarios tras sus visitas a las instalaciones. Esos informes a veces supusieron mejoras en el acceso al agua potable y a productos de higiene, así como una «ligera mejora» en la disponibilidad de alimentos y tratamientos médicos, según la auditoría.

«A pesar de estas mejoras, las condiciones de los presos de seguridad en general siguen siendo difíciles», decía el informe, refiriéndose a los palestinos retenidos en las instalaciones.

La Oficina del Defensor Público lleva realizando auditorías bienales del Servicio Penitenciario desde 1999 como parte de su función de proteger los derechos de los detenidos y presos.

El Servicio Penitenciario está supervisado por el ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, quien se ha jactado de haber empeorado las condiciones para los detenidos palestinos, incluso recortando sus raciones de alimentos.

Según el informe, los presos palestinos dijeron a los abogados que visitaban los centros de detención que sufrieron violencia severa e injustificada por parte del personal penitenciario de forma casi rutinaria, incluso cuando se registraban sus celdas o cuando los trasladaban al interior de la prisión o a un juzgado. Los presos dijeron a las autoridades que se les negó atención médica, incluyendo por enfermedades crónicas y casos extremos de dolor y sufrimiento.

El informe señaló que los abogados que visitaron las cárceles presenciaron una severa sobrepoblación, presos demacrados, falta de higiene, incluida la falta de acceso al jabón y casos de sarna que se convirtieron en una epidemia en el sistema penitenciario israelí.

Así mismo se destacó que desde los atentados del 7 de octubre, el Servicio Penitenciario de Israel ha denegado las visitas de la Cruz Roja a presos palestinos, aunque están obligadas por el derecho internacional, afirmando que los israelíes tomados como rehenes por los terroristas de Hamás tampoco habían sido vistos por la Cruz Roja.