Fundado en 1910
Captura de la noticia-elogio del L'Espresso a Pedro Sánchez

Captura de la noticia-elogio del L'Espresso a Pedro Sánchezlespresso.it

L'Espresso, el semanario italiano proaborto que premia a Pedro Sánchez

Fundado hace setenta años, propiedad de los Agnelli desde 2020, tuvo un papel clave en la despenalización del aborto

El Grupo Espresso (ahora parte de Gedi Gruppo Editoriale) se ha mantenido históricamente cerca de posiciones de centroizquierda, siendo sus puntas de lanza el semanario L'Espresso, y el diario La Repubblica (que forma parte del mismo grupo editorial, aunque en otra filial), han sido considerados durante mucho tiempo los principales medios de comunicación de centroizquierda de Italia y férreos opositores de Silvio Berlusconi. Nada extraño, pues antes de la familia Agnelli fue propiedad de Carlo De Benedetti, enemigo histórico del empresario y político, frente a quien perdió, a principios de los 90, la batalla por el control del grupo editorial Mondadori, el más importante de Italia.

Desde 2020, la propiedad del Grupo Espresso ha pasado gradualmente a Exor N.V., el holding de la familia Agnelli-Elkann, que completó la adquisición total en junio de 2024.

Esta transición ha llevado a algunos a creer que la identidad histórica de izquierda del periódico se ha desvanecido, virando hacia posiciones más liberales y centristas.

Las publicaciones regionales del grupo, como Gazzetta di Mantova e Il Piccolo, mantienen oficialmente una línea política «independiente» o «progresista», aunque forman parte de la historia editorial del grupo. En resumen, si bien su historia y sus lectores están tradicionalmente ligados a la izquierda, su orientación política actual es motivo de debate tras los cambios de propiedad y dirección editorial.

Mas no es el caso de L'Espresso o de La Reppublica. El semanario alcanzó incluso el nivel de blasfemia cuando abanderó la campaña para despenalizar el aborto en Italia. Era el 19 de enero de 1975 y puso en portada a una «valiente niña crucificada». Crucificada como Jesús, pero mujer, embarazada y desnuda. Dramática, con esa luz lívida, pero dulce. «Su pelo negro cayendo sobre su pecho pálido, la suave curva de su vientre tenso por el embarazo, sus brazos esbeltos, la oscura sombra de su vello púbico». La jerga progresista en todo su esplendor.

El periódico considera a Sánchez la «persona del año»

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Aquella portada causó conmoción en el seno del Gobierno presidido por Aldo Moro. También, como no podía ser menos, en el mundo católico y la jerarquía vaticana. El titular era «Aborto: Una tragedia italiana». Un escándalo que el semanario estimó oportuno desatar para sacudir, siempre según esa jerga, «una Italia clerical y rezagada en cuanto a costumbres y derechos, de una gran campaña por la civilización: el derecho de las mujeres a escapar del aborto clandestino, a no tener que cometer un delito, a ser reconocidas como soberanas de sus propios cuerpos».

Logró su objetivo: el secretario general del Partido Radical, Gianfranco Spadaccia, fue arrestado, la policía irrumpió en las marchas y allanó las redacciones, y el secretario general de la Democracia Cristiana, Amintore Fanfani, pidió la censura de la prensa y el cine. La campaña culminó con la Ley 194 de 1978, que despenalizó el aborto, y el referéndum de 1981 que lo defendió, según L'Espresso, «de los ataques del Antiguo Régimen», entiéndase la Democracia Cristiana y el Vaticano. El partido político, puede; pero desde el Palacio Apostólico de la Plaza de San Pedro se sigue ejerciendo una influencia notable en la vida pública transalpina. De ahí que no haya ganado del todo la batalla cultural.

L'Espresso también contó con la colaboración de las mejores plumas de la progresía. Por ejemplo, envió al escritor comunista Alberto Moravia a Houston para informar sobre la misión lunar del Apolo 11. También tuvo a Umberto Eco escribiendo sobre pornografía, a Pier Paolo Pasolini sobre la relación entre estudiantes y policía, a David Grossman sobre la Intifada palestina, a Tiziano Terzani sobre Pol Pot, o al psicoanalista Cesare Musatti sobre la importancia de saber reír.

La lista no es exhaustiva. Lo demuestra el hecho de que ha seguido siendo el punto de encuentro de todas las causas progresistas. Con una sola y relevante excepción: lleva décadas teniendo en su redacción al hoy octogenario vaticanista, uno de los más feroces críticos del Papa Francisco.

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