Colapso de taxis autónomos en el cruce de Gough y Fulton Street, en San Francisco.

Colapso de taxis autónomos en el cruce de Gough y Fulton Street, en San Francisco

Motor y tecnología

La noche en la que los taxi-robot enloquecieron y colapsaron San Francisco

Los taxis autónomos sin conductor llevan operando en pruebas desde hace meses en la ciudad de San Francisco, donde se han notificado varios incidentes

Ha ocurrido recientemente en San Francisco, Estados Unidos, una de las ciudades en las que la conducción autónoma está más desarrollada tanto técnica como legalmente.
De hecho ya son varias las compañías de taxis autónomos que operan sus vehículos en esta ciudad de California. Son los conocidos como taxis-robot.

La rebelión de los taxis-robot

De acuerdo con la legislación local, están autorizados para circular por la ciudad taxis sin conductor entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. Horario en el que se registra menor densidad de tráfico.
Este incidente, que colapsó el tráfico de la ciudad, ocurrió durante la madrugada del pasado jueves, y se encuentra bajo investigación por la policía de San Francisco, pues no es el primer desencuentro que tienen los agentes de la autoridad con estos vehículos. Aún estamos a la espera de que la empresa propietaria de la flota de taxis, Cruise (propiedad de General Motors), haga pública su versión de los hechos.
Curiosa imagen de una concentración de taxis autónomos sin conductor

Atípica imagen de una concentración de taxis autónomos sin conductor

Se da la circunstancia de que Cruise lleva operando servicios de taxi autónomo en San Francisco durante sólo cuatro meses y en fase de pruebas, por lo que los traslados, que eran inicialmente gratuitos, han comenzado a ser de pago hace sólo unos días.
La legislación local establece que los taxis autónomos pueden funcionar sin ningún conductor en el interior, de forma completamente autónoma, lo que quiere decir que el pasajero se encuentra indefenso ante incidentes como el ocurrido.

Manifestación espontánea

En este caso, y sin que se sepa aún por qué, un gran número de unidades en activo en ese momento se congregaron en el cruce de las calles Gough y Fulton, a sólo 3 kilómetros de Fisherman’s Wharf. En este caso bloquearon algunas de las arterias más concurridas de la ciudad, generando un impresionante caos automovilístico que llegó a afectar incluso al tráfico del puente Golden Gate.
Ante la incredulidad de los conductores bloqueados, los agentes de la Policía tuvieron que contactar con el servicio de mantenimiento de Cruise. Algunos de los taxis pudieron ser reconducidos a lugar seguro mediante un sistema de manejo a distancia.
En otros tuvieron que ser los mismos ingenieros de la empresa los que se desplazaron hasta el cruce de las calles Gough y Fulton para activar la conducción manual y hacerse cargo de los vehículos.
Fue necesaria la intervención de los ingenieros de la marca para solucionar la situación

Fue necesaria la intervención de los ingenieros de la marca para solucionar la situación

Se da la circunstancia de que hace sólo unas semanas la policía de San Francisco tuvo otro incidente con otro taxi-robot de esta misma empresa, que se dio a la fuga cuando una patrulla le dio el alto. En este caso no paró hasta varios kilómetros después.
Los ingenieros de Cruise confirmaron entonces que el taxi autónomo se limitó a cumplir las normas de programación del software, que establecen que para detenerse primero hay que encontrar un lugar seguro, y es lo que hizo, para no poner en riesgo la seguridad vial.
En este caso los responsables de Cruise han reconocido el problema y se han limitado a disculparse con los ciudadanos afectados.
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