
Un panel informativo que lleva dos años en funcionamiento y se va extendiendo
Seguridad vial
La macabra señal con la que la DGT cuenta los muertos en carretera
Cada vez es más habitual encontrar esta señal en tramos de montaña especialmente señalados por su elevada siniestralidad
Hace ya dos años que entraron en funcionamiento estas señales, pero ahora se están extendiendo a nuevas zonas del territorio nacional. Su creación estuvo motivado por la elevada mortalidad de motoristas en carreteras muy especiales por su atractivo trazado.
Se trata de una señal dirigida principalmente a motoristas y que la DGT suele instalar en trazado estratégicos donde suele registrarse un alto número de accidentes.
Sin significado real
La señal en sí no tiene un significado real ni de prohibición ni nada parecido. Simplemente trata de informar a los conductores que entran en esos tramos que se trata de una carretera que registra una elevada siniestralidad de motoristas. De hecho el detalle macabro hace referencia a que incluye un contador de víctimas que debería actualizarse conforme suben los fallecidos.

Drones, helicópteros... la DGT emplea todos los medios a su alcance
Todo ello sirve para ponernos en contexto de que es muy posible que en ese tramos nos encontremos con algún tipo de control específico de vigilancia.
Mortalidad de motoristas
Madrid fue uno de los primeros lugares en los que entró en funcionamiento ante unas estadísticas de fallecidos más que preocupante. En 2020 uno de cada cuatro fallecidos en carretera era motorista, sumando un total de 476 decesos en el citado año.
En concreto, uno de los primeros carteles fue colocado ese mismo año en Torrelaguna, en la M-131 que une la localidad con el Berrueco. En esta carretera nacional es habitual encontrarse con motos a gran velocidad por su trazado con curvas de todo tipo y cuidado asfalto e incluso hay constancia de competiciones nocturnas ilegales.
Ese mismo mes la DGT ha instalado más paneles informativos de este tipo en otras carreteras como en la PO-313 en Pontevedra que una las localidades de Marín y Moaña, aunque en este caso se prescinde del macabro contador de decesos.