Las prohibiciones a la circulación de coches con motor de combustión llegarán antes a las ciudades

Las prohibiciones a la circulación de coches con motor de combustión llegarán antes a las ciudades

El final de la gasolina

Europa firma el certificado de defunción de los coches con etiqueta B, C y ECO

Bruselas acaba de hacer público un acuerdo que prohíbe la venta de coches con motor gasolina, diésel o híbridos en 2035

Finalmente, tras años de negociaciones, el anuncio ha llegado. La Unión Europea ha puesto fecha a la sentencia de muerte de los coches con motores de combustión interna.
Nos referimos a los coches de gasolina y diésel de toda la vida y a los híbridos de última generación. La decisión se ha tomado de mutuo acuerdo entre la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los representantes de los 27 países miembros. En este caso se trata de una decisión vinculante que no tiene marcha atrás para ellos.

Reducción progresiva

Se trata de una prohibición escalonada que comienza con un objetivo para 2030: la reducción de las emisiones contaminantes emitidas por los coches en un 55 %. Para alcanzar esta cifra, más del 60 % de los coches que se vendan deben ser enchufables. A día de hoy este porcentaje no supera el 20 %.
Los coches híbridos tampoco podrán venderse en 2035

Los coches híbridos tampoco podrán venderse en 2035

La siguiente etapa la marca el 2035, año en la que se prohíbe por completo la venta de coches con motor gasolina o diésel, independientemente de que sean híbridos o no. Hay que matizar que no se prohíbe circular con ellos, sino que se prohíbe venderlos.

2050, prohibición total

Para la amortización de los coches ya matriculados y teniendo en cuenta la vida media de las automóviles en Europa, la UE no prohibirá circular con ellos hasta 2050, quince años después de que desaparezcan de los concesionarios.
Al ser una decisión ya anticipada hace meses, hay fabricantes que se habían anticipado a la misma, en el caso de Volkswagen ya había anunciado el fin de la producción de coches de combustión en 2033, mientras que Stellantis, Ford y Renault habían anunciado que en 2030 no fabricarían ni una sola unidad con motor térmico.
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La UE regula también la infraestructura obligatoria de carga

Se abre alguna excepción: por ejemplo los fabricantes que produzcan menos de 10.000 unidades podrán fabricar estos motores hasta 2036. También se abre la puerta a los combustibles sintéticos neutros en emisiones de CO2.
Entre las primeras declaraciones están las de Oliver Zipse, presidente de BMW y ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles), que ha dejado la pelota en el tejado de los países y las instituciones públicas que deberán asumir «unas inversiones ingentes en materia de infraestructura de carga, energías renovables y disponibilidad de materias primas».

El hidrógeno, de camino

Recordemos que la UE aprobó la semana pasada una ley marco que desarrolla la obligación de que en todo el territorio de la Unión Europea haya instalaciones de carga de alta velocidad cada 60 kilómetros, un verdadero reto que los países miembros están obligados a cumplir.
Se abre la puerta igualmente a los vehículos de hidrógeno, ya sea de pila de combustible o combustión interna. En este caso Europa exige una hidrogenera cada 100 kilómetros.
Con esta decisión la ACEA espera que Europa se convierta en líder absoluto mundial y referencia en materia de electrificación y emisiones nulas de carbono.
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