Un Toyota Corolla Levin de 1983 con etiqueta Cero tras una transformación en su motor

Un Toyota Corolla Levin de 1983 con etiqueta Cero tras una transformación en su motor

Coche eléctrico

«No cambies tu coche, cambia su motor», el plan de Toyota para convertir en eléctricos los coches actuales

Toyota plantea una alternativa mucho más económica y accesible al achatarramiento de los coches de combustible y su sustitución por eléctricos

La electrificación del automóvil se ha convertido en un sapo difícil de tragar no sólo para los compradores y conductores, sino que las marcas tampoco lo están pasando especialmente bien.
Basta con ver la caída brutal de ventas que han sufrido en casi todos los mercados, que aunque tratan de maquillar con crecimiento de rentabilidad, se ha convertido en un problema que pone sobre la mesa la viabilidad futura de muchos fabricantes.

Problemas de viabilidad

Las inversiones gigantescas en I+D no se está viendo acompañada de un crecimiento en ventas por parte de los compradores, que mayoritariamente siguen mirando con recelo a los coches electrificados y confiando en los motores térmicos gasolina o diésel.
Otro Toyota Corolla de 1983 con etiqueta Cero al poder funcionar con hidrógeno como combustible

Otro Toyota Corolla de 1983 con etiqueta Cero al poder funcionar con hidrógeno como combustible

En paralelo, los fabricantes ya se están encontrando con los primeras síntomas de escasez de determinadas materias primas en el mercado mundial, minerales como el litio o el níquel que son necesarios para fabricar las baterías y que en gran medida están ya en mano de los fabricantes chinos. Estos están aprovechando esta debilidad para ganar cuota de mercado en todo el mundo.

Toyota, líder en electrificación

Toyota, que de eléctricos debe saber algo cuando fue la primera marca a nivel mundial en lanzar un coche híbrido hace más de 20 años, el Prius, ha agitado un poco más la marmita de la electrificación con unas declaraciones de su mandamás Akio Toyoda, nieto del fundador, que han removido los cimientos del automóvil actual.
Akio se ha defendido de cierto sector del automóvil que acusa a Toyota de ser una firma estancada en materia de electrificación, pues apenas cuenta con modelos 100 % eléctricos en su cartera de vehículos.
Para ello, durante la rueda de prensa de la marca en el Salón de Tokio, lanzó dos frases épicas que pasarán a los anales de la historia del automóvil, dos misiles tomahawk contra sus rivales asiáticos y europeos que ponen en serias dudas sus planes para la próxima década.
Un Jaguar convertido en eléctrico, una solución que se emplea en UK hace años, cuesta unos 20.000 euros

Un Jaguar convertido en eléctrico, solución que se emplea en UK hace años, cuesta unos 20.000 euros

«No dejaremos atrás a los amantes de los automóviles», «no cambies tu coche, cambia su motor» dos sentencias que representan una declaración de intenciones del grupo Toyota, que explica la existencia de serias dificultades para cumplir los programas de electrificación que ya se han puesto en marcha fundamentalmente en los Estados Unidos y en Europa.

Falta materia prima

Por un lado la escasez de materias primas, por otro la falta de demanda de los propios compradores que no ven nada claro invertir en una tecnología como es la eléctrica que no acaba de cuajar y por último la precaria red de recarga existente por el momento.
Tres barreras que han empujado a Toyota a buscar alternativas, por un lado apostar por los vehículos híbridos tradicionales, tanto enchufables como no enchufables, pero incrementando su autonomía eléctrica de forma muy importante y por otro la electrificación de coches antiguos de gasolina y diésel mediante dos alternativas fundamentales.
El paquete de baterías en el maletero del Toyota Corolla de 1983

El paquete de baterías en el maletero del Toyota Corolla de 1983

Al contrario de lo que hicieron la mayor parte de los fabricantes presentes en el Salón de Tokio, Toyota no mostró ningún concept ni coche futurista, sino que aprovechó la ocasión para mostrar dos coches 'viejos' perfectamente electrificados aplicando dos de las soluciones en las que trabaja la marca.

Dos vías de trabajo

Por un lado mostró un Toyota Corolla Sprinter Trueno de 1983 al que había modificado el motor para poder funcionar con hidrógeno en lugar de gasolina, gracias a tres depósitos instalados en el maletero.
Mostró también un Toyota Corolla Levin al que había instalado el motor eléctrico de un pick up híbrido Tundra y el paquete de baterías de un Prius híbrido enchufable en el maletero.
El motor de este Corolla ahora funciona con hidrógeno y solo emite agua

El motor de este Corolla ahora funciona con hidrógeno y solo emite agua

Dos soluciones que sin ser baratas representan una alternativa más económica a la absurda dinámica en la que han entrado los gobiernos occidentales que se plantean la renovación de todo el parque móvil actual por uno eléctrico en menos de una década, algo inviable tanto por parte de los propios compradores como de los fabricantes.
La electrificación de coches de gasolina y diésel sustituyendo su motor por uno eléctrico y un paquete de baterías se usa ya en el mercado de los clásicos desde hace años, fundamentalmente en el Reino Unido. Con unos pack que cuestan en torno a los 20.000 euros.
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