Matrícula a punto de salta a la letra M
Sorprendente
Matrículas romanas: ¿qué son y para qué se usan?
Las matrículas tienen verdaderas cualidades hipnóticas que pueden hacernos pasar buenos ratos
Las matrículas son un verdadero pozo de curiosidades y ‘chascarrillos’. Desde que comenzaron a utilizarse en España el 1 de enero de 1900 en Palma de Mallorca, las infinitas combinaciones de letras y números que han generado han pasado ya a la historia.
Atrás quedan anécdotas, como cuando hace ya años indicaban el distintivo provincial y algunos habitantes de Gijón matriculaban sus coches en Gerona para que las iniciales fuera Gi y no la O de Oviedo, o los de Cartagena, que se iban hasta Cadiz para que la letras iniciales de sus placas fuera CA y no MU.
Motivo de discusión
Sin olvidar las situaciones ciertamente delicadas cercanas al vandalismo que se podían producir por circular con un coche matrícula de Madrid en Barcelona o viceversa.
Otras anécdotas menos elegantes obligaron a la DGT a tomar la determinación de eliminar las vocales para evitar combinaciones de letras malsonantes como ANO y otras que directamente no pudieron llegar a evitarse como cuando coinciden las letras KK o JDT.
Las diferentes matrículas usadas en España
Sus combinaciones son verdaderamente hipnóticas y dan orígenes a multitud de juegos y pasatiempos de carretera, desde numeraciones insólitas o repetitivas hasta números capicúas o simplemente descubrir la última matrícula.
Todo ello sin dejar de lado el conocido como el juego de las matrículas romanas.
¿Una partida...?
Se trata de un verdadero pasatiempo de cálculo en el que se pone en juego todas las facultades mentales. Consiste en descubrir coches en los que el valor numérico de las cuatro cifras del sistema decimal sea equivalente al valor de las letras tomándolas como si fueran números romanos, con una única salvedad; la Y se traduce como una I.
De esta forma se pueden descubrir combinaciones equivalentes como por ejemplo la matrícula 2500 MMD, 1900 MCM o 0950 CML. Cuidado, una vez que empiezas a jugar, es difícil parar el pasatiempo, crea adicción.
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