Electrificación
Sin entrar en polémicas sobre si es un problema real o el lobby anti coches eléctricos le está dando más publicidad de la debida, lo cierto es que la sensación es que empieza a haber un problema con los incendios en los coches eléctricos.
La chispa saltó en Florida (EE.UU.), cuando tras el paso del Huracán Ian en octubre del año pasado, y una vez las cosas volvieron a la normalidad, los bomberos detectaron que numerosos coches eléctricos Tesla que habían estado sumergidos bajo el agua ardían espontáneamente.
Más allá de la molestia, el problema real es que no hay forma de apagarlos. De hecho los bomberos necesitaban más de 20.000 litros de productos específicos por coche y después, en ocasiones volvían a arder, por lo que los mantenían bajo vigilancia durante más de 20 horas.
El gobernador llegó a pedir a los propietarios de coches eléctricos que los sacaran de los garajes e instalaciones cerradas unos días por si ardían, dejándolos aparcados en lugares solitarios.
En marzo, el incendio del Felicity Ace en alta mar, un transporte de barcos, trajo también a la actualidad el problema existente. En este caso, tuvieron que dejar que el barco fuera consumido por las llamas y se hundiera con más de 4.000 vehículos a bordo, con un valor superior a los 135 millones de euros.
En este caso un grupo de bomberos españoles en colaboración con el Centro Zaragoza explica en este vídeo la única forma ‘rápida’ de apagar el incendio, con una manta ignífuga especial que se fabrica en el Reino Unido y que es válida para 30 usos.
En este caso es impresionante como la temperatura del coche sube hasta los 1.100 grados, con el crepitar de la batería en llamas, hasta que baja hasta 100 con la manta. Pero sorprendentemente vuelve a incendiarse tan pronto como retiran la manta a la media hora.
De hecho el fabricante de las mantas recomienda no retirarlas en horas y vigilar el coches hasta dos días después de apagarlo.
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