Los coches se han convertido en un verdadero artículo de lujo, incluso los Dacia Sandero
Mercado
No existen los coches nuevos de 10.000 euros: adiós al coche del pueblo
Hace cinco años un Dacia Sandero costaba 7.000 euros, hoy no baja de los 12.000. Lo mismo que ocurre con coches tradicionalmente 'baratos' como un Opel Corsa o un Seat Ibiza
El coche ha sido tradicionalmente el segundo gasto más importante de las familias españolas tras su casa. Una inversión, entre comillas, porque la inmediata depreciación que sufre tan pronto sale del concesionario supone una verdadera ruina económicamente hablando.
Pero las familias lo aceptaban ‘con gusto’ pues el coche era un miembro más de la familia y por regla general permanecía muchos años dentro de ella, incluso se le ponía nombre. Con el tiempo era habitual un segundo coche para los hijos y situaciones similares.
El segundo gasto
Esta historia es el reflejo de la realidad de los automóviles en España hasta hace sólo cinco años, desde 2017 el automóvil se ha encarecido casi un 40 %. Cinco años en los que los automóviles nuevos se han convertido en un verdadero artículo de lujo lejos del alcance de la clase media, que se tiene que contentar con comprar coches de segunda mano o directamente con no comprar coche e ir en autobús. Tal y como decía recientemente un alto directivo de automoción retirado, «los que antes viajaban en un Opel Corsa van a tener que viajar en autobús».
En sólo cinco años el Opel Corsa ha pasado de 10.000 euros a 17.000 euros
La covid, la guerra de Ucrania, la escasez de chips y semiconductores… las causas externas a esta disparatada subida de precios son variopintas, sólo falta que vengan los marcianos e intervengan la producción mundial de automóviles para su planeta.
Un tiro en el pie
Pero lo más preocupantes es que dos de las grandes causas a esta situación hay que buscarlas dentro de la propia Unión Europea, que no ha sido capaz de moderar los tiempos de la reducción de emisiones y la electrificación, y ralentizar así un proceso que estaba previsto con anterioridad a estos imprevistos, que han zarandeado a la industria europea del automóvil durante los últimos cinco años.
Seat Ibiza, un clásico español, de 12.000 euros en 2017 a 16.000 euros hoy
Por un lado Bruselas ha obligado a los fabricantes a hacer ingentes inversiones en investigación y desarrollo para electrificar el automóvil, así como en adaptar sus factorías para producir este tipo de coches, lo que ha obligado a los fabricantes a trasladar el coste al cliente final.
cuatro ejemplos
- Dacia Sandero. 2017: 7.000 euros. 2023: 12.800 euros
- Fiat Panda. 2017: 7.000 euros. 2023: 14.500 euros
- Opel Corsa. 2017: 10.000 euros. 2023: 17.000 euros
- Seat Ibiza. 2017: 12.000 euros. 2023: 16.000 euros
Por otro lado ha obligado a dotar a los coches con decenas de carísimos sistemas de seguridad ADAS, que muchos conductores de coches eminentemente urbanos ni quieren ni necesitan. Nos referimos a sistemas como el radar de proximidad con frenada de emergencia o la alerta por cambio involuntario de carril.
Coches complejos y muy equipados
Por si todo esto fuera poco esta misma semana Europa ponía en marcha la Euro 7, una nueva vuelta de tuerca a la reducción de las emisiones que en palabras de los fabricantes va a costar entre 2.000 y 3.000 euros por coche al cliente final.
Un panorama complicado al que hay que añadirle que la ley de la oferta y la demanda ha hecho de las suyas, al haber escasez de automóviles los concesionarios han visto la oportunidad para eliminar por completo cualquier rastro de descuento o promoción, que antes eran tan habituales en nuestro mercado. De hecho tanto las marcas como los concesionarios están en cifras récord de rentabilidad.
Fiat Panda, tradicionalmente el coche más barato, de 7.000 euros en 2017 a 14.500 hoy
El resultado de toda esta tormenta es que el precio medio de los automóviles ha pasado de 17.100 euros en 2017 a 23.400 en 2022.
La situación no sólo no ha cambiado sino que el último año acumula una subida de precio de un 8,5 % y de un 0,7 % sólo en 2023.
Así, no es extraño que un Dacia Sandero, el mejor ejemplo a la hora de hablar de coches baratos, haya doblado su precio desde 2017 hasta hoy, pues costaba 7.000 euros y hoy no lo encuentras por menos de 12.800. Mientras que un Seat Ibiza sencillo ha pasado de 12.000 a 16.000 euros.
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