Rocío Monasterio

Rocío Monasterio durante su intervención sobre la electrificación de la capital

Zonas de Bajas Emisiones

¿Cuesta un coche eléctrico los 50.000 euros que dice Rocío Monasterio?

La electrificación y las zonas de Bajas emisiones se han convertido en uno de los principales argumentos electorales al ayuntamiento de Madrid

Durante el reciente debate a la presidencia de la Comunidad de Madrid la candidata de Vox arremetió contra el PP por sus medidas en la capital para favorecer los coches eléctricos. En palabras literales, puso en tela de juicio su interés por «imponer el coche eléctrico», vehículos que «cuestan 50.000 euros».
No se trata de una crítica nueva, ya en 2021 Monasterio acusaba a Almeida de «no pisar la calle y hacer un Madrid de primera y de segunda», pues los madrileños «no tienen un coche antiguo por gusto».

Prohibido circular

En este caso merece la pena matizar una afirmación un tanto exagerada, aunque no exenta de cierta razón. Es cierto que desde la alcaldía de Madrid se está favoreciendo la electrificación del automóvil desde hace ya años, política que comenzó durante la época de Manuela Carmena, pero no es más que el reflejo de las sucesivas directivas europeas encaminadas a reducir la polución ambiental, proceso que culminará en 2035 con la prohibición de la venta de automóviles gasolina y diésel.
Una señal de tráfico informa sobre la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones  en Madrid, (España)

Almeida se vio obligado a cambiar el nombre al plan Madrid Central creado por CarmenaEuropa Press

Es cierto que los ayuntamientos pueden graduar la aplicación de la normativa medioambiental europea que tiene reflejo en la puesta en funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones, pero la realidad es que la capacidad de acción de las corporaciones es reducida. Especialmente en las que tienen más de 50.000 habitantes, que son las que deberían haber activado las Zonas de Bajas Emisiones.

Madrid 360, demasiado estricto

Otra cosa es que Madrid se ha convertido en la abanderada de la descarbonización a nivel nacional desde 2018 cuando Carmena puso en funcionamiento el Plan Madrid Central, mientras que Almeida en lugar de modificar su aplicación al llegar a la alcaldía, se limitó a cambiarle el nombre por el de Madrid 360 en 2022 empujado por una resolución judicial que anulaba su funcionamiento.
Nissan y Renault trabajarán en un nuevo compacto que podría tomar como base el Megane eléctrico

Un Renault Megane eléctrico, antes un superventas accesible, cuesta ya 45.000 euros

Otra cosa es la flexibilidad o en este caso la rigidez con la que se está aplicando en la capital, donde miles de ciudadanos han recibido ya multas de 200 euros en su domicilio por ‘pisar’ con una rueda una calle perteneciente a las ZBE, mientras que otros ayuntamientos han tenido más mano izquierda en su aplicación.
Conviene matizar también que el importe de estas multas, en este caso 200 euros, no es un capricho de Almeida, sino que es una cantidad fijada por el Gobierno a través de la DGT en la renovación del Código de Circulación de 2022.

50.000 euros matizables

Un paso más allá, conviene suavizar la afirmación de que los coches eléctricos cuestan 50.000 euros. El problema no es tanto que los coches eléctricos cuesten 50.000 euros, que no es del todo mentira, como que el precio de todos los coches ha subido entre un 30 % y un 40 % en los últimos cinco años.
De esta forma un SUV compacto de gasolina que en 2018 se podía comprar por menos de 20.000 euros, ahora es imposible encontrarlo por menos de 30.000.
Dacia Spring

Los coches eléctricos de menos de 45.000 euros ofrecen una utilización limitada

Esto no es culpa del Almeida ni de ningún político, es un problema derivado de la pandemia de COVID, a la que siguió la falta de semiconductores y que terminó de eclosionar con la guerra de Ucrania.

Eléctricos por menos de 50.000 euros

En principio la oferta de coches eléctricos por debajo de los 50.000 euros se reduce a utilitarios urbanos con autonomía justa que en ningún caso son válidos como coche familiar o similar.
Por ejemplo, un Renault Megane eléctrico, que tradicionalmente ha sido considerado como un compacto con vocación familiar y que ha estado entre los diez coches más vendidos durante la última década, ahora tiene un precio de partida cercano a los 45.000 euros. A estos habría que restar eso sí 1.800 euros de descuento de la marca y los 8.000 del Plan Moves 3, lo que rebajaría su precio hasta unos 35.000 euros, cantidad muy elevada para la mayor parte de los madrileños y de españoles en general.
El Citroën ë-C4 se abre hueco entre los eléctricos más vendidos del momento

El Citroën ë-C4, una de las opciones eléctricas más razonables que cuesta 25.000 euros

La horquilla de precios se abre si optamos a modelos 100 % urbanos como el Peugeot e-208 o el Opel Corsa, con un precio partida en torno a los 35.000 euros que se reduce a la barrera de los 25.000 si aplicamos tanto el descuento mensual de la marca como el citado Moves 3.
Algo similar a los que ocurre con el Citroën ë-C4, algo más amplio pero con una autonomía de 354 kilómetros y un precio tarifa de 35.000 euros, que baja hasta los 25.000 euros en caso de aplicar descuentos y Moves.

¿Y los coches chinos?

Por el camino quedan otras opciones anecdóticas como el Dacia Spring, con un precio de 22.000 euros, pero que es una opción 100 % urbana.
Sin olvidar los mal llamados coches chinos, vehículos avalados por unas marcas que aún no cuentan con un respaldo de red de concesionarios lo suficientemente amplia como para recomendar su compra, a excepción de MG, que ofrece el nuevo MG4 y el MG ZS por 32.000 euros y 34.000 euros respectivamente. Una marca demasiado joven y desconocida aún en esta segunda etapa comercial y sobre la que aún existen dudas en cuanto a calidad y fiabilidad.
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