Coche eléctrico o combustible
Le electrificación es una realidad imparable, aunque aún falta por saber detalles como si finalmente será total o parcial y si los coches eléctricos convivirán con otro tipo de tecnologías como pueden ser los coches de combustible e incluso con los de hidrógeno.
Pese a hacerlo a un ritmo más lento del previsto, el parque de coches eléctricos no para de crecer en paralelo a una red de cargadores que ya permite la utilización cotidiana de un coche eléctrico con relativa tranquilidad.
A día de hoy España cuenta con un parque de 34.380 cargadores en todo el territorio nacional, frente a unas previsiones que hablan de alcanzar los 100.000 cargadores este mismo año, un objetivo que por el momento parece lejano de alcanzar.
La rápida evolución del coche eléctrico está cambiando por momentos la experiencia de utilización y parece que han quedado atrás los días en que viajar en un coche eléctrico era algo tedioso y hasta peligroso por la posibilidad de quedarse sin batería en plena carretera.
Es cierto que aún es habitual llegar a un cargador y encontrarse que no está roto o que directamente no funciona, aunque el crecimiento de la red de carga permite que haya alternativas relativamente cercanas.
Pese a ello la realidad es que no merece la pena apurar la carga de la batería, pues las posibilidades de quedarse tirados siguen siendo muy reales.
Eso sí, atrás quedan ya los tiempos en los que la electricidad para recargar los coches era gratuita, en la actualidad no sólo no es gratis, sino que su precio no para de crecer en paralelo a la velocidad de carga, de manera que cuanto más rápido recarguemos un coche más cara es la electricidad.
Las aplicaciones de navegación con planificación de ruta para coches eléctricos permiten organizar un viaje en coche eléctrico con total comodidad y seguridad, conociendo incluso detalles como cuánto nos van a costar las recargas.
Estas aplicaciones son tan precisas y están tan bien hechas que no solo nos obligan a meter la marca y modelo concreto de coche, sino que tenemos que decir el tamaño de llanta, para calcular con toda precisión la autonomía. Nosotros hemos optado por el más vendido del mercado, un Tesla Model 3 con batería standard.
El calculador de rutas trata de calcular la ruta óptima realizando paradas breves, no largas paradas, con lo cual el viaje se hace más llevadero, y además tiene en cuenta el precio de las recargas, para que sea lo más económico posible.
Por ello aunque haya un cargador Ionity de 350 kilovatios evita realizar recargas completas en los mismos, pues el precio por kilovatio puede llegar a los 0,65 euros, una barbaridad frente a otros cargadores en los que cuesta 0,20 en incluso menos.
Para comprobarlo hemos realizado una comparativa de cuatro de los destinos más habituales que prácticamente cubren toda la península y hemos comparado los resultados obtenidos entre un coche eléctrico y entre uno diésel.
En este viaje recorremos casi 20 kilómetros más en el coche eléctrico que en diésel, fruto de que nos vemos obligados a alejarnos de la ruta para buscar el mejor cargador. Por sorprendente que parezca este viaje resulta más barato en coche eléctrico (36 euros) que en el diésel (44 euros), mientras que la batalla por el tiempo la gana el diésel, con 6 horas y 24 minutos, 23 minutos menos.
En este caso el coche eléctrico es imbatible, pues vence al coche diésel tanto en tiempo, tarda 12 minutos menos, como en coste, pues cuesta menos de la mitad. Este dato revela que el coche eléctrico aumenta el rango de kilómetros en el que es imbatible, en este caso en distancias medias y cortas que están correctamente dotadas de áreas de carga.
Hasta hace unos meses era uno de los viajes más críticos que podía hacerse, pues la red de recarga camino de Galicia era manifiestamente mejorable. Se trata de una ruta de unos 600 kilómetros en la que la diferencia se reduce a 10 minutos a favor del diésel, si bien el coste es muy inferior para el eléctrico, pues sólo cuesta 36 euros.
La ruta más larga de las elegidas, en este caso 650 kilómetros que el coche diésel cubre en 6 horas y 35 minutos, 10 menos que el eléctrico, aunque el coche eléctrico vuelve a ser imbatible en materia de costes, pues el precio es de la mitad. Empate técnico, uno gana por tiempo y el otro por coste.
En definitiva una decisión muy personal en la que ya se deben valorar las alternativas sin tener tanto miedo a la falta de cargadores ni a la lentitud de los viajes por carretera en coche eléctrico.
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