Nostalgia
Corría el año 1984 cuando este modelo entraba en la cadena de producción de la factoría de Citroën en Vigo, un coche del que se han comercializado casi 1,2 millones de unidades que ruedan por todo el mundo.
Esto son credenciales más que suficientes para que se haya convertido en un icono del automóvil español, pues pese a su origen francés este coche ha estuvo en cadena de montaje entre los años 1984 y 2005.
Más de dos décadas durante las cuales este Citroën se convirtió en el cómplice perfecto de obreros, agricultores y trabajadores en general. Un coche que hacía de su extremada fiabilidad y bajo mantenimiento sus principales virtudes. Cualidades que aún a día de hoy le hacen ser un objeto de deseo en muchas poblaciones rurales.
De ahí el dicho popular de «no hay pueblo que se precie sin C15.» Más allá de sus cualidades estéticas, que tal y como saltan a la vista no son muchas, al cumplirse su 40 aniversario la C15 ha entrado en la categoría de vehículo de culto.
Un nuevo clásico que ha visto cómo su precio de venta se ha disparado y a día de hoy lo conduzcan desde jubilados y trabajadores que guardan una unidad en su garaje con cariño hasta nostálgicos aficionados al automóvil que reconocen la valía de este vehículo como un verdadero icono cultural.
Durante los 21 años que estuvo a la venta dispuso de varios motores de gasolina y diésel, con potencias entre los 45 y los 75 caballos, aunque lógicamente la estrella era la versión con motor de gasóleo, sencillamente indestructible.
Algunos dicen que estamos ante el vehículo más rentable fabricado en territorio español, y puede que no anden equivocados.
Una de sus principales virtudes era su bajísimo peso que rondaba los 945 kilos, muestra de su sencillez, pero a la vez su capacidad de carga iba de los 500 a los 800 kilos en función de versiones.
Representante de la España rural, hace años que es habitual encontrarse con una unidad en lugares recónditos del monte tras horas caminando, lugares hasta los que la C15 llega sin dificultad aparente.
De hecho algunos propietarios demuestran en certámenes y concursos de 4x4 que este coche llega allí donde otros muchos todoterreno ni sueñan. Las claves una vez más su bajísimo peso y unos neumáticos muy finos que le permiten pasar casi por cualquier sitio.
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