La aplicación miDGT, un verdadero desastre con dudosas intenciones

La aplicación miDGT, un verdadero Gran Hermano con dudosas intenciones

miDGT

Los riesgos de la aplicación de la DGT, una cesión de privacidad que se hace con tu ubicación y tu cámara

Esta aplicación disponible para móviles te pide acceso a numerosos datos entre los que destaca la ubicación. Una información muy sensible en manos equivocadas

Hace ya meses que la DGT ofrece miDGT, una aplicación para móvil o tablet que permite centralizar y personalizar todos los datos de los conductores así como facilitar algunas gestiones no presenciales que estos tienen que hacer periódicamente relacionadas con el organismo.
A priori una magnífica idea que nos permite desde pagar las multas casi sin enterarnos –un servicio clave para la DGT que aparece constantemente– hasta realizar la transferencia de un coche o consultar nuestro saldo de puntos y las sanciones pendientes.

La DGT en tus manos

Hemos querido probar su funcionamiento en primera persona, para lo cual hemos descargado la aplicación en un terminal de Apple. De primeras impacta que los usuarios le otorgan una de las calificaciones más bajas que hay entre las aplicaciones disponibles, con una valoración de 1,8 puntos sobre cinco. Muy pobre sin duda.
La valoración de los usuarios: 1,8 puntos sobre 5

La valoración de los usuarios: 1,8 puntos sobre 5

Una vez en nuestro teléfono, llega el momento de darse de alta. Tal y como es habitual en la Administración, la elección del idioma cobra importancia preferente, pues es lo primero que se nos pregunta: si queremos interactuar en castellano, gallego, catalán, euskera o valenciano.
Selección de idioma: un paso preferente

Selección de idioma: un paso preferente

Un paso más allá llega la cesión de permisos de privacidad, algo clave si tenemos en cuenta la información tan delicada que va a almacenar tanto la aplicación como la propia DGT sobre nuestro comportamiento al volante.

Privacidad: un acto de fe

Aquí llega el primer chasco, cuando intentamos desplegar la Política de privacidad de la aplicación el enlace está roto y no nos la muestra, por lo que a partir de aquí todo se convierte en un acto de fe por parte del conductor, que debe aceptar términos y condiciones sin poder leerlas.
Imposible consultar las cláusulas de privacidad hasta en tres terminales diferentes

Imposible consultar las cláusulas de privacidad hasta en tres terminales diferentes

Sin poder leer la política de privacidad nos pide ya el acceso al espacio restringido de nuestro teléfono móvil para apoderarse –o al menos disponer– de toda la información que guardamos en el mismo: cámara, almacenamiento de archivos del terminal, ubicación y el calendario.

MiDGT solicita acceso

  • Cámara
  • Archivos
  • Ubicación
  • Calendario
Con la excusa de informarnos de las oficinas de tráfico más cercanas, la localización o ubicación del terminal se convierte en prioridad absoluta para la DGT.

Acceso ilimitado

Aquí se abre uno de los apartados más delicados, pues darle entrada a esta información es facilitar a la DGT el acceso a nuestra posición y movimientos, datos de los que puede sacar desde nuestra velocidad hasta el tipo de maniobras que realizamos.
La DGT nos pide permiso para todo esto

La DGT nos pide permiso para todo esto

Por supuesto la DGT también tendría acceso a conocer nuestra posición real en un momento dado, si somos de bares o de iglesias, de mezquitas o de bingos, una verdadera imprudencia.
En materia de privacidad la aplicación te remite constantemente al Registro de Actividades de Tratamiento de Datos Personales del ministerio del Interior, un documento de 500 hojas en las que se aclara o al menos se especifica el tratamiento que dan las administraciones públicas a los datos que almacenan en función del tipo de organismo.

Baja privacidad

Inquietante cuando menos que, en el capítulo de registro nacional de víctimas de accidentes de tráfico referente a la DGT, se autorice literalmente la «recogida de datos de accidentes para la determinación de la causa y circunstancias de los accidentes y sus consecuencias, la elaboración de estadísticas nacionales y los programas de seguridad vial y su evaluación».
Básicamente una puerta abierta a que la DGT almacene, conserve y estudie todos los datos disponibles independientemente de cómo los haya recogido. En ningún caso se descartan los datos recogidos por la aplicación miDGT de los accidentados.
La DGT no te asegura que el carnet digital funcione en carretera y recomienda llevar el físico

La DGT no te asegura que el carnet digital funcione en carretera y recomienda llevar el físico

Todo ello sin dejar de lado que el principal y más atractivo de sus usos es el carnet de conducir digital, que nos permite dejar en casa el carnet físico, aunque el sistema no debe resultar demasiado fiable cuando lo primero que hace la propia DGT es quitarse de en medio si no puedes acceder a los datos en plena carretera por falta de cobertura o algún problema técnico, por lo que recomienda llevar siempre encima el tradicional.

Historial al volante

Por si todo esto fuera poco, su funcionalidad incluye la posibilidad de acceder a una zona donde se emite una especie de certificado de buen conductor basado en las infracciones acumuladas y otro tipo de detalles, una información delicada en determinadas manos y que las compañías de seguros podrían exigirnos antes de formalizar una póliza.
Incluso sin tener nada que esconder y siendo respetuoso con el Reglamento de Circulación, ceder este espacio de privacidad a la DGT es una absoluta imprudencia de la que algún día podemos arrepentirnos.
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