Patriotas
Francia es junto a Italia, Reino Unido y Alemania uno de los países europeos con mayor número de radares en carretera. Más allá del número concreto de velocímetros, en este país se usan algunos de los equipos más modernos que existen en el mundo.
Radares fijos, móviles, de tramo… el número de variantes es infinito e incluso ha aumentado recientemente con dos nuevos tipos de velocímetros, los de pistola, que puede manejar un solo agente desde el coche y los autónomos, que tienen un mecanismo que permite que las autoridades los muevan a distancia sin presencia policial para que cubran otros puntos.
Si nos ceñimos al número puro y duro Italia es líder absoluto con 11.240 radares. Esta situación ha llevado al Gobierno de Meloni a plantearse la retirada de algunos equipos de la carretera, pues consideran que la presión sobre los ciudadanos es inadmisible.
El Reino Unido es el según país europeo con más velocímetros, en este caso rondan los 7.800 equipos, aunque en este caso su función no se limita a controlar la velocidad, sino que también controlan el uso de los cinturones de seguridad o de teléfonos móviles al volante.
La tercera posición es para Alemania con 4.700 equipos, un país que se enorgullece de sus límites de velocidad dinámicos, lo que le permite subirlos o bajarlos en función de las condiciones del tráfico o la climatología, llegando a eliminarlos por completo en determinadas carreteras.
España ocuparía una modesta quinta posición con 2.270 radares, lo cual es poco si tenemos en cuenta la amplitud del territorio, lo que daría una densidad de equipos más baja.
Francia, con 3.750 equipos estaría en cuarta posición del ranking, aunque tanto este país como España coinciden en una política para desplegarlos un tanto peculiar, pues en lugar de señalizarlos y colocarlos en lugares donde es habitual que haya accidentes de tráfico, optan por esconderlos en sitios inverosímiles en lo que podría calificarse como afán recaudatorio.
En el caso de Italia su última ocurrencia ha sido escamotearlos bajo lonas de camuflaje militar. Esto los hace prácticamente indetectables, pues además los policías los ocultar en las medianas de la carretera entre la vegetación.
Esperemos quela DGT no tome nota y no tengamos que verlos próximamente así desplegados en las carreteras españolas.
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