El Gobierno compara los coches de combustión con el alcohol y el tabaco y prohíbe anunciarlos

Hace ya años que Bruselas inició una campaña de acoso y derribo contra los coches de combustión que el Gobierno de Pedro Sánchez hizo suya a cambio de las transferencias de fondos Next Generation destinados a la descarbonización de la atmósfera.

El automóvil fue criminalizado hasta límites insospechados, y en lugar de trabajar con las marcas en el camino de la reducción de emisiones, que está muy avanzado y todavía tenía recorrido por delante de la mano de los combustibles sintéticos y reciclables, optó por decretar la electrificación obligatoria del automóvil.

Eléctrico por obligación

Pero las cosas no salieron como deberían porque el cliente europeo en su gran mayoría no ha entrado en el coche eléctrico y las ventas son mucho más bajas de las previstas, por lo que Bruselas inició una campaña contra los coches de combustión en toda regla que incluye una subida del precio de los carburantes.

De hecho es cuestión de tiempo que España siga el camino de Alemania y Francia y elimine las ayudas al diésel, lo que significa que el litro de gasóleo subirá 11 céntimos.

Un panorama nada halagüeño si tenemos en cuenta que España es una potencia mundial en la producción de automóviles, pero no automóviles eléctricos, sino que en su gran mayoría fabricamos coches de gasolina (híbridos) y gasóleo.

España potencia en combustión

Ahora el Ejecutivo continua con su campaña de hostigamiento contra estos motores, para lo que tramita ya la Ley de Consumo Sostenible que incluye un apartado sorprendente y difícil de creer que afecta de lleno a los coches con motor gasolina y diésel, pues prohíbe su publicidad.

Se trata de una medida que ya tomó el Ejecutivo hace 20 años con productos muy dañinos para la salud como son el alcohol y el tabaco, a día de hoy la publicidad de tabaco está prácticamente prohibida en cualquier circunstancia, mientras que la de alcohol se ha limitado muchísimo a bebidas de menos de 20 grados y en determinados soportes muy específicos.

Un 30 % de la publicidad

Esta decisión afecta de lleno a la publicidad del automóvil, que a día de hoy supone más de un 30 % de la inversión publicitaria en España y algún día se cuantificará el efecto que este hostigamiento ha tenido sobre la producción de automóviles en España y sobre la industria en general.

Las fábricas españolas de coches acumulan una caída de producción respecto al año pasado de un 10 %, un dato muy negativo si tenemos en cuenta que el automóvil aporta más de un 10 % del PIB nacional y da trabajo a millones de personas.