Así suele quedar la rueda tras un reventón
Seguridad vial
Cómo reaccionar en caso de que reviente un neumático al volante
Algunos sencillos trucos de conducción pueden ayudarnos a prevenir un accidente en una de las situaciones más complicadas que existen en un coche
Aunque en España la DGT no los promueve lo suficiente, los cursillos de conducción son un verdadero seguro de vida en carretera para evitar accidentes.
La gente tiene en la cabeza que se trata de cursos en los que se enseña a correr en carretera abierta, pero eso es completamente falso, esos son los cursos de conducción deportiva... y se centran en circuito, jamás en carretera.
Seguros, no deportivos
En este caso, los cursos de seguridad enseñan a reaccionar antes situaciones límite y desde luego que el reventón de un neumático es una de las situaciones más incontrolables que existen.
La clave es evitar el accidente y si no es posible que sea lo menos grave
Al final este tipo de cursos como los que imparte el RACE enseñan que la prudencia es la mejor herramienta de seguridad que existe en carretera y que la única forma de no tener un accidente es no correr, pues hasta los pilotos de Fórmula 1 tienen accidentes.
Hasta los pilotos chocan
En este caso se puede aprender cómo reacciona un coche al límite en caso de tener la tracción en las ruedas delanteras o en las traseras o cuando llueve, casi en cualquier circunstancia.
Los reventones son la situación más impredecible que existe, en este caso la teoría sirve lo justo, porque lo primero que hay que hacer es tener un buen mantenimiento del coche y en especial de los neumáticos, sobre todo en los deportivos de altas prestaciones, coches que someten las ruedas a esfuerzos brutales en aceleraciones y curvas. Tampoco debemos olvidar tener la presión adecuada.
El RACC también imparte cursos de seguridad
Más allá de ello es complicado actuar ante un reventón, lo único que podemos hacer es mantener el volante firme para conservar la trayectoria, no asustarnos, no pegar un frenazo e intentar que el coche decelere por si mismo tocando la dirección lo menos posible, todo ello entre pedazos de goma que saltan y con toda la probabilidad chispas de la llanta contra el asfalto, especialmente de noche.
