
El protagonista junto al coche en cuestión
Increíble
Se compra un Toyota Yaris híbrido por su etiqueta Eco pero se da cuenta de que realmente es otro coche
El automóvil tiene estas cosas, uno se compra un coche pensando que es de una marca y realmente resulta que es de otra
Toyota ha sido la marca revelación de los últimos años, la hibridación del mercado ha puesto en órbita a una marca que lleva más de 20 años comercializando coches híbridos sin que nadie llegara a entender muy bien su ventaja real hasta que la llegada del coche eléctrico le ha dado todo el sentido.
Ahora más que nunca se ve claro que se trata de una tecnología de transición hacia el coche eléctrico, que parecía una solución temporal pero cada día da más muestras de que ha llegado para quedarse, todo ello sin olvidar sus innegables ventajas a la hora de reducir el consumo y las emisiones.
Las ventajas de lo híbrido
En este caso las etiquetas han dado la razón al fabricante nipón, que se ha convertido en líder de ventas en Europa gracias a modelos como los Prius, Corolla o Yaris.

El protagonista no sale de su asombro
En este caso el protagonista queda muy sorprendido porque descubre algo con lo que no contaba, y es que su Toyota Yaris Hybrid es exactamente el mismo coche que el Mazda 2 Hybrid, en este caso no decimos parecido sino exactamente el mismo.
Dos gotas de agua
La industria nipona es muy solidaria cuando se trata de colaboraciones entre marcas locales, justo lo que hicieron Toyota y Mazda en 2015 cuando firmaron un contrato de colaboración en materia de coches híbridos que dio como fruto la comercialización de este Mazda 2.

El mismo coche, dos gotas de agua
De la misma manera, Toyota firmó también un acuerdo para la vente del Toyota Rav 4 híbrido enchufable bajo la marca Suzuki, en cuyo caso se llama Across.
Se trata en ambos casos del mismo coche diseñado y desarrollado por Toyota, aunque lógicamente Mazda y Suzuki aportan su sello y algún detallito propio, así como un posicionamiento comercial diferente que en ocasiones le hace tener hasta otro precio de mercado diferente. Dicen que el automóvil hace extraños compañeros de viaje y esta es la mejor prueba.
En este caso es posible que el acuerdo fuera tan sencillo como que Mazda comprara un determinado número de coches a Toyota, sin más.