Imagen del atasco registrado en una de las autopistas más importantes de España
Seguridad vial
Horas de atasco y decenas de coches rotos: «Hay que ser torpes para asfaltar una autopista en julio»
«No se le ocurre ni al que asó la manteca», exclamaba un conductor afectado por más de una hora de retención en la A-1 con el sol cayendo a plomo: «Es inconcebible que no se suspendan estas obras en verano»
Hace ya semanas que la propia Dirección General de Tráfico avisaba de que 2025 sería un año récord en materia de desplazamientos veraniegos, pues por primera vez se superarían los 100 millones.
Una cifra para la cual la propia DGT pide una dosis extra de precaución a los conductores a la vez que anuncia la puesta en marcha de medidas extraordinarias como más agentes y radares que nunca en las carretera o la apertura de carriles reversibles.
Ni coches camuflados ni radares
La mayor parte de estos desplazamientos se concentra en cuatro semanas que son clave y que van desde mediados de julio hasta mediados de agosto, basta ir a cualquier localidad costera para descubrir que es la verdadera temporada alta en la que lógicamente se concentran la mayor parte de los desplazamientos.
El navegador advierte de carretera colapsada con un coche averiado en plena subida a Somosierra
En un contexto tan previsible resulta complicado de entender que la DGT no sea capaz de blindar las carreteras para que entre el 10 de julio y el 20 de agosto no se hagan más obras de las estrictamente necesarias por emergencias o similares, especialmente en las vías de alta capacidad, o sea autopistas y autovías.
El mantenimiento y como tal las obras corresponden a la Dirección General de Carreteras dependiente del Ministerio de Transportes al frente del cual está el polémico Óscar Puente, pero debería ser la DGT quien se encargue de defender los derechos de los conductores y hacer valer que el 28 de julio no es una buena fecha para hacer obras.
No deben permitirse obras
De lo contrario las consecuencias son más que previsibles, como las casi dos horas de atasco que tuvieron que sufrir miles de conductores el pasado 28 de julio en la A-1 (Madrid-Burgos) en sentido Madrid, cuando en la vía de ascenso a Somosierra en dirección Madrid, en torno al kilómetro 99, alguien autorizó los trabajos de asfaltado de la autopista.
Las obras obligaban a cortar dos de tres carriles
Estos trabajos obligaron a cortar el carril central y el izquierdo a partir de las 15:00 horas, lo que generó una retención que no olvidarán fácilmente los que la sufrieron, especialmente en un tramo sin alternativa y en plenas horas de máximo calor.
Calor sofocante
Esto provocó la avería de media docena de vehículos en los más de tres kilómetros de retenciones registradas, pues lógicamente en pleno ascenso y con una temperatura de entre 30 y 40 grados los motores de los coches sufren especialmente.
Otro vehículo averiado y esperando asistencia en la cuneta
Es cierto que el asfaltado de las carreteras es más sencillo en verano con calor, pero es absolutamente ilógico hacerlo el 28 de julio a las 4 de la tarde y obligar además a los operarios a derretirse literalmente al sol, en unas carreteras que permanecen meses sin mantenimiento por la falta de presupuesto.
