Ebro, Seat, Pegaso y Santana: el doloroso destino de las cuatro marcas con las que Franco motorizó España

Durante los difíciles años de la autarquía española, en plena década de los 50, Franco planteo un ambicioso plan de industrialización de España a través del entonces llamado Instituto Nacional de Industria (INI), los principales objetivos del plan eran crear empleo de tipo industrial que permitiera a la población salir del sector terciario vinculado a la agricultura y la ganadería a la vez que motorizar España.

Para ello el equipo económico del Gobierno convirtió la movilidad de la población en un eje clave, hacían falta millones de vehículos tanto para transportar gente como mercancías y trabajar el campo.

El INI, motor de industria

Con este propósito el INI puso en marcha hasta cuatro marcas convenientemente repartidas por la geografía española que serían motores de empleo y de movilidad para la maltrecha sociedad de la época.

Aunque no existen oficiales hay que tener en cuenta que la Guerra Civil destruyó un 60 % de los vehículos existentes en España y que el país entraba en la década de los 50 con un parque móvil inferior a las 90.000 unidades.

Nace Seat

Así el 9 de mayo de 1950 nacía la Sociedad Española de Automóviles Turismo, Seat, con un capital de 600 millones de pesetas (3,6 millones de pesetas). Previamente el INI había alcanzado un acuerdo con la marca Fiat para la fabricación de modelos italianos con licencia, marca que además se quedaría con un 7 % de las acciones, por el 51 % del Gobierno y el 42 % de la banca de la época.

Su ubicación en la Zona Franca de Barcelona fue una concesión a la Cataluña de la época, que veía agonizar su otrora poderosa industria textil. Así vieron las luz los 1.400 y el mítico 600, había nacido un mito que tras una serie de profundas crisis que dejaron en el aire su viabilidad fue vendida al grupo Volkswagen por 80.000 millones de la época en 1986.

Hoy en día Seat es la única firma que sigue diseñando y fabricando sus coches en España, aunque periódicamente determinados sectores del propio grupo germano ponen en duda su viabilidad, sobre todo después del éxito de su marca hermana Cupra.

Con el Ebro hemos topado

Ebro por su parte nació en 1954 como respuesta del INI a la falta de maquinaria agrícola, su origen estaba en Motor Ibérica, la firma española creada por el Gobierno tras la nacionalización de las fábricas de Ford en territorio español.

Ebro estaba especializada en tractores, furgonetas, autobuses y en general vehículos de uso industrial y obras públicas, al igual que con Seat el INI decidió que su sede estuviera en Barcelona aunque contaba con una fábrica en Noáin, Navarra.

Los años 60 y 70 fueron excelentes para Ebro por la brutal demanda existente en España, si bien en los 80 la crisis hizo que pasara a manos de Nissan, que creó Nissan Motor Iberica, que borró del mapa a Ebro en 1987.

Hace poco más de un año que Ebro volvía a ver la luz de la mano de unos industriales catalanes que se hicieron con los derechos de la marca y alcanzaron un acuerdo con el grupo chino Chery, que fabrica varios de sus modelos con marca Ebro y ha reindustrializado la planta en Zona Franca y ha recuperado a casi todos los trabajadores de Nissan de cara a final de este año, donde se fabrican los Ebro S400, S700 y S800, poco o nada que ver con la Ebro que conocíamos.

El mito Santana

Por su parte Metalúrgica de Santa Ana daría origen a Santana a mediados de los 50 para producir maquinaria agrícola, se ubicó en Linares (Jaén) precisamente como un motor industrial para Andalucía, donde comenzaron a producirse modelos con licencia Land Rover que aún hoy en día son muy valorados.

Terminó por quebrar en 2011 tras haber trabajado durante años en colaboración con la japonesa Suzuki e incluso con Iveco. A día de hoy los propietarios de Santana han llegado a un acuerdo para la creación de Santana Factory junto a las firmas chinas Zhengzhou Nissan Automobile (Dongfeng) y Anhui Coronet Tech, con la finalidad de llevar a cabo un proceso similar a Ebro y comenzar su actividad con la venta y ensamblaje de dos modelos tipo SUV.

Adiós al caballo alado

Por último hace solo unas horas que la noticia de que Pegaso pasaba a manos del grupo Tata, originario de la India, dentro de la venta de Iveco a Tata ha supuesto un golpe bajo para todos los aficionados, pues aunque estaba en manos italianas no tienen nada que ver con pasar a manos de la India, en especial a un grupo que ha destrozado marcas como Jaguar y Land Rover.

Pegaso nacía en 1954 como la firma comercial de EASA (Empresa Nacional de Autocamiones), una firma de vehículos industriales creada por el Gobierno de Franco en Madrid con las mismas intenciones, motorizar España y generar empleo, y que se permitió la frivolidad de lanzar un centenar de deportivos de altas prestaciones que a día de hoy tienen un valor incalculable y forman parte de colecciones de automóviles de todo el mundo.