Coches viejos y mal mantenidos, la realidad de España
La realidad del automóvil hoy
España, camino de convertirse en el Mad Max de Europa por culpa de Bruselas y el coche eléctrico
Con una edad media en torno a los 15 años, el parque móvil español es el más antiguo de Europa y supera incluso al de Marruecos, con 11 años. Además tienen un mantenimiento precario, pues el 30 % no se presenta a la ITV
Hace ya un lustro que Bruselas comenzaba su hoja de ruta para la implantación del coche eléctrico en toda Europa, se trata de la revolución más importante que ha vivido el automóvil en la que el lobby ecologista de Bruselas logró imponer entonces la tesis más radical, que pasaba por arrinconar a los coches de gasolina y diésel en funcionamiento y fomentar la implantación del coche eléctrico a la vez que el achatarramiento de los de combustión.
Es como si en los años 70 y 80 cuando llegaron los televisores de color para sustituir a los de blanco y negro, Bruselas hubiera mandado a todos los domicilios operarios con mazas para destrozar los televisores antiguos para que se pasaran al color, un auténtico despropósito.
El lobby 'eco' de Bruselas
En paralelo obligó a los fabricantes a detener las líneas de montaje de coches con motor de combustión y poner en marcha líneas de coches eléctricos e híbridos, lo que ha supuesto una inversión de más de 200.000 millones de euros que a día de hoy están en el aire, pues la rentabilidad es inexistente por las bajas ventas de estos automóviles.
En la ecuación del coche eléctrico sigue fallando lo más básico: la batería
Todo ello sin citar que se trata de un negocio en manos chinas, pues el país asiático es responsable del 90 % de baterías de automóviles que se fabrican en el mundo, mientras que Europa a día de hoy no fabrica ninguna (solo ensambla) y se ve obligada a comprárselas a precio de oro.
En manos chinas
Con este planteamiento maquiavélico lo que ha conseguido Bruselas es que los mercados financieramente menos favorecidos, como el español, estén automovilísticamente bloqueados. Por un lado, las ventas de coches nuevos no logran despegar y se centran fundamentalmente en los coches más baratos del mercado como los Dacia y MG, mientras que lo que se ha disparado es el mercado de coches usados.
El MG ZS y Dacia Sandero, los coches más vendidos por su precio
Los vehículos usados se han convertido en una auténtica joya, hace ya meses que en España se venden dos coches usados por cada coche nuevo, un verdadero despropósito pues la vida de los coches usados se alarga mucho más de lo recomendable más allá de los 15 años, una vergüenza desde el punto de vista de la seguridad vial y de las emisiones. De hecho, los coches usados en España han pasado ya por cinco manos de media.
Cinco propietarios...
Basta saber que a bordo de un coche con 10 años tenemos hasta el doble de posibilidades de fallecer que en un coche nuevo en caso de accidente, simplemente por la evolución de las medidas de seguridad, todo ello sin hablar de las emisiones a la atmósfera de uno y otro. El problema es que el poder adquisitivo español es el que es y no da para coches nuevos.
Pese a que todo esto ha convertido al parque móvil español en el más antiguo de Europa metido ya en los 15 años de edad media, en Marruecos por ejemplo la edad media es de 11 años, el Gobierno ha sido incapaz de implementar un plan eficaz de ayuda a la compra de coches nuevos independientemente de que estén electrificados o no.
El Plan Moves no funciona, paga tarde y solo incluye eléctricos
Hay que tener en cuenta que un tercio del parque móvil nacional (unos 34 millones de vehículos) tiene más de 20 años, mientras que todavía quedan en circulación unos 10 millones de coches sin etiqueta de la DGT.
La única ayuda disponible, el plan Moves, no solo tarda dos años en pagarse, sino que además solo pueden acogerse al mismo coches eléctricos o híbridos enchufables, un auténtico despropósito que ha provocado que el parque móvil nacional se parezca cada día más al de Mad Max.
Todo ello sin olvidar que en 2035 se prohibirá la venta de coches de combustión en los concesionarios (híbridos incluidos) y en 2050 se prohibirá su uso.