El agente trata de cortarle el paso al vehículo
Suceso
Dos agentes de la Guardia Civil, impactados por lo que hace un conductor tras negarse a soplar en un control
Tal y como le explican los agentes, no soplar se trata de una malísima idea con unas consecuencias que son mucho peores que las que tiene dar positivo
La Guardia Civil de Tráfico hace más de siete millones de controles de alcoholemia al año, una prueba para la que apenas necesita unos segundos. En casos muy concretos realiza además un control de drogas, que suele llevarse a cabo a conductores que pese a tener síntomas de conducir bajo la influencia de alguna sustancia prohibida, dan negativo en el test de alcoholemia.
El problema es que a diferencia de los test de alcoholemia, que son gratis, las pruebas de drogas son desechables, lo que supone que cada vez que se somete a un conductor a la misma hay que abrir un test nuevo y tirarlo. De hecho, en España se hacen unas 200.000 al año.
Los test cuestan 20 euros
Hablamos de unos kits que incluyen bastoncillo para recoger saliva y todo lo necesario y que tienen un precio entre 20 y 30 euros en función de su sensibilidad o el número de sustancias que detectan.
El conductor, con la cara borrosa, se niega a someterse a nada
La sorpresa de una pareja de la Guardia Civil de Tráfico fue mayúscula cuando paran a un conductor y se niega a realizar ningún test, insiste en que «no está obligado» y por ello no lo va a hacer.
Los agentes optan por actuar por las buenas y en un momento dado uno de ellos le explica que si se niega está cometiendo un delito contra la seguridad vial, ante lo que el conductor dice que le da exactamente igual.
Un delito muy serio
En este caso, el problema es que cuando un conductor se niega a hacerse un control se enfrente a la multa más grave que hay por consumo de drogas o alcohol y a un juicio rápido al tratarse de un delito, en el que los síntomas que reflejen los agentes en el atestado van a marcar el sentido de la sentencia.
De esta forma pueden condenarle a una pena de prisión de entre seis meses y un año, además de la retirada del carnet de conducir entre uno y cuatro años, a lo que se sumarían los 1.000 euros de multa y los seis puntos.
El conductor casi atropella al agente en su huida
Finalmente, el conductor no solo no se somete al test, sino que coge el coche y huye del lugar a gran velocidad, con lo que los agentes ponen en marcha un operativo para su caza y captura.